El
relato que dejamos pendiente en el accidente que le quitó la vida al pariente
de la novia de mi nieto, todo accidente es doloroso, lo es más cuando se trata
de familias que de alguna manera están relacionadas por sus descendientes.
La
resolución de la autoridad es que el homicidio se califica de culposo, lo que
significa que por medio de una fianza que garantice el pago de daños, el
culpable tiene derecho a disfrutar de la libertad condicional hasta la solución
del problema.
Lo que
se ha discutido en este asunto es la culpabilidad de mi nieto y como prevalece
la ignorancia en los términos de la póliza de seguro del auto, se dificulta el
llegar a una solución del problema.
La
cultura del seguro parece en momentos estar destinada a morir, es posible que
se deba a la falta de lectura, es decir, que leemos muy poco o casi nada,
entonces quedamos sujetos al más hábil o al más ambicioso.
El
problema en esta historia no es cuestión de dinero, es cuestión de la vieja ley
de ojo por ojo y diente por diente, los parientes de la novia no buscan
solución lo que buscan es la aplicación de la ley mencionada.
Ellos
manifiestan que el día en que mi nieto pierda la vida, ese día la justicia se
habrá presentado y ninguno de ellos ha pensado por un momento en la jovencita,
que días antes era la representación de una chica enamorada.
Cuando
mi nieto ha quedado libre con las reservas de ley, los ataques de los
familiares de la chica se incrementaron y desde luego que los chicos no pueden
verse de ninguna forma, los parientes de ella lo impiden con todos los recursos
que tienen a la mano.
Los
muchachos siguieron enamorados e intentaban a cada momento el reunirse para
poder tomar alguna medida que permitiera seguir el noviazgo iniciado desde
aquella tarde.
Una y
otra vez cuanto intentaban era destruido por los familiares de la chica, hasta
que decidieron solicitar la ayuda de una persona independiente de ambas
familias, pero lo hicieron de manera secreta como medida de protección.
Un día
y a una hora determinada decidieron utilizar el carro que inició este
conflicto, pero lo hicieron de manera secreta, ninguna de las familias se
enteró cuando y como abordaron el automóvil.
Lo
primero que hicieron fue salir a carretera como buscando a donde ir, que camino
tomar, como en un buen rato no lograron decidir a que parte del país acudirían
a consolidar su amor y con el temor de ser descubiertos, simplemente partieron
sin rumbo fijo.
Sin
decir palabra, la novia aprovecha la entrada a una curva pronunciada de la
carretera, sujeta fuertemente el volante para que mi nieto no pudiera hacer
nada para corregir el rumbo y el auto cae a una barranca profunda y ambos
pierden la vida.
Esto
que he narrado lo encontré en un escrito que mi nieto dejó en su recámara antes
de partir con su novia, en busca de la solución extrema del problema de su
amor.
Historia
de amor que me entristeció un buen tiempo, pero tuve que valorar esa historia
para comprender que en verdad se amaban intensamente y que todos fuimos
culpables de perdida tan triste e irreparable.