miércoles, 30 de abril de 2014

Divide y vencerás

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Divide y vencerás o guerra de castas
En pleno siglo XXI resulta difícil de creer que quienes habitamos este precioso México vivimos en una polarización espantosa, hombres y mujeres divididos y por consecuencia niños y niñas aún en la juventud siguen viviendo en un mar de odio sin razón alguna, como si el problema fuera una división de “castas” de los siglos anteriores, donde “criollos, mestizos y mulatos” no podían convivir en paz aún con las
amenazas religiosas que prometían permanencia eterna en fuego después de la muerte, argumento por demás incongruente que simplemente cumplía su objetivo de infundir terror.
El odio que manifiestan los habitantes de este país tiene su origen en los asuntos políticos y sociales, otras veces de edad y raza, bueno, hasta de sexo y religión, esos rencores han contaminado hasta a las redes sociales, ¿Recuerda usted lo que aprendimos en la escuela quienes ya contamos con muchos años? ¿Recuerda que nos enseñaban
lo de las castas en el virreinato? Que si el español con india entregaba un mestizo, que si el español con negra entregaba un mulato.
Esos conceptos tan espantosos y que tanto daño causó a nuestro pueblo, siguen vigentes por desgracia, Se han intensificado a tal grado que actualmente vemos indígenas que odian a indígenas, homosexuales que odian a otros homosexuales y hasta personas con discapacidad que odian a otras personas discapacitadas, tal vez en siglos anteriores era justificable que existieran esos odios ya que se multiplicaron con los odios de los mismos españoles, que mientras unos luchaban por conseguir la conquista, otros buscaban el fracaso de sus paisanos con
métodos nada ortodoxos, más bien con matices de traición, tal vez le recuerde a Pánfilo de Narváez.
Por muchos años se ha buscado mantener ese odio social y lamentablemente ha trascendido hasta el interior de las familias creando lo que se calificó como, odio doméstico, imaginemos que usted puede vivir con una familia tradicional, o con una en la que falta uno de los padres, los problemas domésticos tienden a caer en tres categorías: Responsabilidades, comunicación y estilo de vida, la
solución puede ser, el principio de imparcialidad, el mejor camino es enfrentar esos retos con inteligencia.
En este momento podemos preguntar la causa que provoca ese odio entre hermanos, parientes, amigos, compañeros de trabajo y la respuesta solo la encuentro en los intereses políticos, sociales y hasta sexuales y aunque todos vivimos algún tipo de arreglo doméstico,
hacemos frente a desafíos similares, sin tomar en cuenta que son oportunidades tanto en el desarrollo personal como el fortalecimiento de las relaciones involucradas, sin embargo, por sistema aparecen comunicados y mensajes publicitarios y políticos tendenciosos, que avivan el fuego del odio y entonces, todo proyecto, toda iniciativa, se pierde en el mar de las mentiras y traiciones que redundan en lucha parecida a “las castas”.
A fin de crear una ambiente razonable, primero debe usted reconocer
honestamente lo que espera de usted mismo y de los demás en cada situación, la mejor forma de erradicar los odios es evitar la distorsión de las imágenes que se tienen de lo que debía estar ocurriendo, en este caso los convenios son prácticos y eficaces, siempre que se adapten a cada situación, enfrentando los problemas de responsabilidad con mente razonable, los acuerdos serán más creativos y armoniosos.
La comunicación se ejerce con patrones de interacción que se establecen por medio del vivir cotidiano, importante es recordar que se trata de un proceso reciproco con ritmo progresivo que crea mensajes en diferentes niveles de conciencia, de manera que ese es el medio por el que los astutos logran imprimir en la mente de muchos el virus del odio que alimenta la desintegración familiar, social y sexual, entonces, cuando sea capaz de verse usted mismo y al resto de las personas cercanas como almas personalidad individuales, con
necesidades también individuales, el fantasma de la división quedará anulado.

Como sugerencia, le invito a meditar sobre la receptividad que cultiva el sentido del humor, si nos esforzamos por mantener una perspectiva relajada y objetiva en nuestras realidades diarias, los problemas de odio y discriminación en nuestra vida doméstica, la posibilidad de transportar ese comportamiento a nivel social puede lograr que el problema de “las castas” sea erradicado por completo y entonces, prevalecerá el respeto mutuo, sepultando por siempre el odio que
propicia la división social que produce fatalmente a una “guerra de castas” que a partir de hoy nunca más permitir la división que nos ha vencido desde hace varios siglos, muera “la guerra de castas”, muera la división social, muera el odio, que de aquí en adelante, la consigna “divide y vencerás” sea sepultada en el baúl del olvido y se sustituya por: vive y vencerás, busca y encontrarás.

lunes, 28 de abril de 2014

Propósito y meta

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Propósito y meta

¿Por qué, nos es tan importante definir cuál es el propósito de nuestra propia vida?

Un propósito nos da una orientación durante las tormentas de la vida, en los momentos de crisis y cuando la base de nuestra vida material, se estremece por acontecimientos que nos afectan emocionalmente, pero, un propósito nos acerca en forma gradual a la realización de nuestros ideales, aumentando así nuestro amor propio. Un propósito nos motiva, nos orienta cuando despertamos por la mañana, la razón más importante de tener nuestro propio propósito en la vida, es que se despiertan los poderes creativos de nuestra mente, lo que nos permite avanzar hacia la consecución de nuestros ideales.

En el proceso de definir el propósito de nuestra vida, resulta muy importante evitar el uso de definiciones que limiten el desarrollo, esto sucede cuando confundimos el término propósito con la palabra meta, diferenciar entre propósito y meta es muy importante, un propósito es depender de aquello que es actual, las metas son temporales, como peldaños en la escalera del desarrollo hacia el propósito de la vida, nuestras metas deben estar armonizadas con nuestro propósito en la vida, las metas son dinámicas, en determinado momento y en ciertas circunstancias hacen lo mejor de nuestra existencia.

El caso de una joven mujer que considera que el propósito de su vida es ser una excelente madre y esposa, es un excelente ejemplo en el que se confunde el propósito de la vida con las metas porque, asumir el papel de esposa y madre es una meta, no un propósito. Esto se hará evidente cuando sus hijos crezcan y dejen el hogar; entonces su vida entera cambiará y tomará mucho tiempo orientar su vida y encuentre un nuevo propósito y nuevas metas que le ayuden
a continuar madurando.

El propósito de su vida puede impedir su desarrollo si usted tiene un concepto negativo sobre usted mismo, a veces comienza con la suposición de que es “mala” persona y tiene que llegar a ser “buena”, aún más radicales son aquellas personas que desean ser “perfectas”, en ambos casos está presente un elemento destructivo que psicológica mente es perjudicial y como consecuencia, cada vez que piensan en establecer un propósito dan una sugerencia negativa a la mente afirmando: “Yo soy malo”, yo soy imperfecto.

Cada individuo es ya un alma perfecta, los únicos elementos que podrían impedir la manifestación perfecta del ser, son el nivel de nuestra mente material y el de nuestros sentidos, nuestras propias inhibiciones, la desfavorable imagen que tenemos de nosotros mismos, nuestras ideas falsas sobre nosotros mismos y sobre el mundo, son barreras que impiden la manifestación de nuestra perfección, entonces, creo que usaremos una analogía, espero que con ella resulte sencilla la siguiente exposición:

Nosotros somos como una lámpara, que presenta una sombra causada porque el vidrio está sucio a su alrededor, como la esencia de la lámpara es la luz; ésta es pura y perfecta, pero debido a las impurezas que tiene en su estructura, el vidrio sucio, no permite que la luz brille en toda su pureza y poder. La única cosa que tenemos que hacer al tratar de manifestar toda la maestría, la pureza y perfección del ser, es purificar químicamente el vidrio, usando los poderes creativos de la mente, y con ello, eliminar las inhibiciones y barreras mentales, podremos crear una vida bella y armoniosa como nuestra herencia
legitima.

Una actitud amorosa y positiva sobre nosotros mismos nos ayudará a orientar en una forma dinámica nuestros propósitos en la vida, no es el llegar a ser “perfectos” o “buenos” el propósito buscado, porque ya somos perfectos y buenos. ¿Cómo puede definir usted su propio propósito en la vida? ¡Empiece a considerar ahora cuáles son sus ideales! Anote tantos propósitos como le sea posible. Deje que su mente reflexione profundamente en lo que usted considera que son sus propósitos personales. Escriba en forma específica aquellos propósitos que lo llevarán adelante, sin límites. Deje que su imaginación experimente el proceso del desarrollo de sus propósitos, sienta que la energía se une a cada uno de ellos.

Cuando su lista de propósitos esté completa, seleccione uno, el que considere que lo representa mejor. Anótelo donde pueda verlo todos los días. Llévelo consigo escrito en una tarjeta. Déjelo que se sumerja en su mente hasta que se convierta en una parte integral de usted. De hoy en adelante, cuando planifique sus metas anuales, mensuales o diarias, pregúntese a sí mismo: “¿Está esta meta en armonía con mis propósitos en la vida? Esto eliminará las metas
conflictivas u objetivas de su vida.


¡Defina su propósito en la vida y permítase creer ilimitadamente, hasta alcanzar el ideal que ha establecido como propio.

domingo, 27 de abril de 2014

relaciones armoniosas

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Las relaciones armoniosas
La compatibilidad con otras personas comienza en nosotros mismos, las relaciones armoniosas nacen de la armonía interna, la cual es creada por nuestro deseo de abordar las demandas de esta área como oportunidades en favor del desarrollo personal, siempre se nos exige “cambiar” tanto nuestra comprensión como la que tenemos de los demás, a fin de resolver las dificultades en nuestras relaciones, este es un proceso gradual que involucra las actitudes fundamentales y las normas de vida, la misión no es fácil, pero el esfuerzo vale la pena.
Podemos comenzar con un período de meditación, sobre una relación particularmente inarmónica en la que se encuentra involucrado en este momento. Primero, es importante buscar sus propios móviles en la situación. ¿Quiere en verdad crear una relación pacífica y armoniosa,
o está buscando la forma de desquitarse? ¿Está esquivando a la otra persona, enojado, resentido o belicoso? ¿Se siente impotente, defensivo, inferior y desamparado?
La relación se mantendrá en un callejón sin salida, hasta que usted deje su manera anterior de ver y sentir, debe estar dispuesto a escuchar la suave voz interna y aceptará la verdad que usted conoce en su corazón, esto requiere un examen interno y honesto, después aplicará la habilidad de perdonar al otro y a usted mismo, la indulgencia nos permite aprender de nuestros errores, lo cual nos pide
actuar con sentido de responsabilidad e integridad moral renovado y hacer lo que podamos a fin de resolver la situación.
Es importante evaluar la relación basándonos en las necesidades y esperanzas, todos tenemos ciertas necesidades que se satisfacen con las relaciones armoniosas, como la necesidad de compañía, de dar y recibir cariño, compasión, reconocimiento y aceptación, sabemos que cuando vivimos y trabajamos en armonía liberamos energías creativas y alcanzamos metas que nosotros solos nunca obtendríamos, ponemos en peligro las relaciones cuando transformamos las necesidades en esperanzas ficticias.
Son dos las distorsiones más comunes: El resultado de esperar que otros nos cuiden, que otra persona sea ambas cosas, la confianza, el respeto y la
aprobación se fomentan cuando estamos dispuestos a responsabilizarnos por nuestras propias necesidades, cuando estamos dispuestos a ser sensitivos a las necesidades de la otra persona.
Con frecuencia desechamos toda posibilidad de relaciones cariñosas verdaderas, porque permitimos que el temor domine nuestros pensamientos, sentimientos y comportamiento. Por ejemplo, imagine a otra persona en su ojo de la mente y comience a hablarle, ¿Cómo toma usted su respuesta? ¿Está uno u otro dolido, enojado, defensivo, temeroso? ¿Existe alguna manera de que usted pueda hablarle y que
le responda efectivamente o que usted pueda enfrentarle con ternura?
¿Tiene alguna de las dos esperanzas irreales con respecto a la otra persona? ¿Qué sería de su vida sin esa persona? ¿Cuán diferente sería su vida sin usted? ¿De qué manera están relacionadas sus vidas? ¿Cuál es el contexto de su relación? ¿Existe algún tema en particular que causa tensión entre ustedes? ¿Puede visualizar una solución que aminore esa tensión? ¿Está usted dispuesto a la solución?
Explore la relación con el ojo de su mente desde tantos puntos de vista como sea posible, esté consciente de que las relaciones crecen y cambian como lo hace usted, cuanto más objetivo se vuelva, cuanto más se libere del temor, más creativo y perspicaz se volverá en sus pensamientos y gradualmente usted podrá reemplazar el temor con sentimientos de amor y compasión.
Finalmente, es importante que usted enfrente su soledad, cuando estamos dispuestos a estar solos y nos comprometemos a una relación con nuestro maestro interno, es que descubrimos la capacidad de amar de todo corazón, nuestro sentido de pertenecer a algo más grande que nosotros mismos, atraemos la verdadera estabilidad emocional y nuestras relaciones son llevadas al contexto de nuestros más altos ideales y
dediquemos nuestra vida al servicio de esos ideales, de ese modo seremos efectivos al crear relaciones armoniosas y amorosas con otras personas.

La paz comienza dentro de nosotros y se extiende más allá de una cadena de lazos, que siempre se están expandiendo y depende de la fuerza de nuestro compromiso con las realidades espirituales, de manera que con paz y armonía las relaciones siempre serán efectivas.