Hernán Cortés salió de Cuba el 18 de
febrero de 1519 como lo narra Bernal Díaz del Castillo, contando con 11 navíos,
508 soldados y 16 caballos y Cortés enfrenta su primera batalla pero no con los
mexicanos, sino con su paisano Diego Velázquez, gobernador de Cuba.
Diego Velázquez pretendió revocar el
nombramiento que le había otorgado como jefe de la expedición, pero gracias a
la lentitud de los sistemas de comunicación, Cortés no dio tiempo y se diera la
contra orden zarpando apresuradamente.
Parece que desde entonces en la raíz de
nuestra cultura actual, ya se estilaba el sistema político que aún prevalece en
estas tierras, donde se manejan con sencillez asombrosa los cambios de órdenes,
aunque ellas conlleven el fracaso inminente.
Bernal Díaz declara, que es el jueves
santo, o de la semana santa como se conoce, que llegaron a san juan de Ulúa
donde fueron recibidos por muchos indios mexicanos y que por órdenes de
Moctezuma debían escuchar al capitán de
la expedición.
Describe también que el encuentro se
llevó a cabo con todo respeto por ambas partes, inclusive la orden de Moctezuma
era que le manifestaran al capitán que era bienvenido.
Debo señalar que he omitido las
expresiones de Bernal Díaz en Castellano antiguo y la manera como lograron la
interpretación de ambos lenguajes, ya que eran dos los interpretes, por un lado
Jerónimo de Aguilar que traducía el mensaje de Cortés del castellano al maya.
La malinche lo interpretaba del maya al
náhuatl y la respuesta seguía el sentido contrario, lo que me indica que
pudieron cometerse algunas irregularidades pues se trata de tres lenguas por
demás muy distintas y esto nos obliga a quedarnos con lo que Bernal Díaz
describe.
La comunicación entonces deja algunos
puntos a la deriva, por muy buena voluntad que le haya dado el único narrador
de esos tiempos aunque haya sido testigo presencial de ellos.
Como es el único documento con
características de presencia y vivencia con que se cuenta, no queda otro
remedio de aceptar todo lo que se nos dice, solo podemos obtener conclusiones
por medio de lo escrito por Fray Bernardino de Sahagún, que recogió versiones
de los nativos.
Hoy día nos puede parecer débil e
incongruente lo narrado ya que nuestros sistemas de comunicación nos permiten
obtener datos muy precisos al instante, así que sugiero echar a volar la
imaginación con muy buena voluntad.
Continúa Bernal Díaz narrando que se
apartaron Cortés y los embajadores de Moctezuma junto con él y los interpretes
y dice: “Les dijimos que como éramos cristianos y vasallos del mayor señor que
hay en el mundo, que se dice el emperador don Carlos”.
Un punto que me parce primordial es que
cuando Bernal dice: “Les dijimos” no se refiere exactamente a que él lo dijo,
sino que se refiere al conjunto o al equipo o a los unidos en la empresa, y
esto es algo que no se en que momento se
perdió en nuestro lenguaje.
Hoy es común escuchar a un matrimonio
referirse a un asunto como este: “Mira lo que hizo tu hijo” cuando el niño
cometió alguna falta, en lugar de decir: “Mira lo que hizo nuestro hijo”, lo
que me atrevo a calificar como la causa más común en las diferencias
conyugales.
Creo que vale la pena tomar estos asuntos
con el valor que merecen, ya en 1519 el sentido de equipo estaba presente, por
qué no retomarlo, ellos conquistaron
estas tierras mediante esos principios, nosotros podemos conquistar al mundo
recobrando el sentido de equipo, ¿No le parece?