jueves, 4 de abril de 2013

El milagro de la vida


Por: Julio Torres.
Es indudable que alguien vigilará el proceso de la vida que en este momento se ha iniciado en alguna parte del mundo, difícil resulta imaginar como es que se inicia y en que momento, desde luego que los especialista nos pueden dar un buen número de teorías en función de la vida, sin embargo, me temo que siempre existirá algún punto de vista difícil de comprender por quienes no tenemos ni el conocimiento y mucho menos la especialidad.

Sabemos que solo una célula haploide que constituye el gameto masculino conocido como espermatozoide, resulta elegido para introducirse en el ovulo femenino y a partir de ese momento una vida nueva comienza su transito por este mundo tangible, por lo tanto pienso que a partir de ese evento, de alguna manera alguien ejerce la vigilancia de esa gestación con el fin de que una nueva vida manifieste sus inquietudes por medio de los cinco sentidos y cumpla su ciclo de vida y muerte.

Por medio de imágenes de gestación que en este tiempo es sencillo de conseguir, resulta fácil imaginar que estamos ante un trabajo delicado y muy preciso que no puede eludir una vigilancia extrema, pues la delicadeza de la nueva vida no es cosa menor, así que me atrevo a pensar que no solamente se trata del trabajo intuitivo y a veces instintivo de la madre que tiene a su cargo la enorme tarea de modelar esta nueva vida, esto va más allá de lo que un ser humano pueda realizar, solo queda como explicación que se trata de una inteligencia divina.

¿Será acaso que desde el momento que el ovulo es penetrado por el espermatozoide, se asigna a una entidad responsable de que el trabajo de gestación se desarrolle adecuadamente? Esto me obliga a pensar que la figura del “ángel de la guarda” debe ser el encargado de vigilar que esa nueva vida se modele de acuerdo al proyecto divino, no puede ser casual que todas las religiones hablen de este trabajo casi de la misma manera, la gestación es un milagro cada día, eso es lo que me obliga a pensar que alguien debe estar vigilante a cada momento, una especie de ingeniero en jefe que está atento durante el proceso de fabricación.

Indudable es que el proceso de gestación es muy hermoso, como hermosa es la relación hombre mujer que al participar en ese magno evento experimentan el mayor placer por cierto indescriptible, vale la pena experimentar una retrospectiva en la historia de las relaciones y tratar de imaginar el posible momento sublime del trabajo “esperma ovulo” y recrearse de ese momento como participe de la obra de arte de una nueva vida y la continuación ponerla en manos de la madre que durante nueve meses trazará línea por línea en cada parte del cuerpo del nuevo ser, sin embargo, ¿será verdad que un ángel o un protector o un espíritu superior se encargará del trabajo de la escultura viviente que se está fabricando, o quizás esa sea la parte espiritual que todos poseemos, la encargada de esculpir el maravilloso cuerpo humano y entonces pensaré que el trabajo de ese espíritu caminará junto a esa nueva vida por el tiempo que ella permanezca en este nuestro mundo.

Ver un vientre materno nos coloca en el lugar más difícil, los médicos que dominan esta especialidad posiblemente nos pueden dar una y mil frases técnicas contundentes, pero quienes no somos especialistas, disfrutamos plenamente con solo imaginar que dentro de ese recinto maravilloso se están llevando a cabo tantos acontecimientos en todo momento que nos parece ver que un enorme ejercito de operarios ha sido entrenado minuciosamente en cada una de las especialidades y como en una fábrica de autos o de aparatos modernos, cada uno de esos operarios entrega su mejor esfuerzo laborando las 24 horas del día con la esperanza de que el producto resulte acorde a las expectativas.

Nos dicen que pronto, muy pronto ese niño comenzará a sonreírnos, otorgándonos de esa manera el mejor salario que la vida nos tiene reservado y el salario de mamá debe ser incalculable, su maravillosa escultura ha concluido y que decir cuando escuchamos esa primera palabra: “mamá” o “papá” una más de las experiencias difíciles de explicar, me quedo entonces con el estupendo momento vivido con cada uno de mis hijos.

El milagro de la vida es así, vale la pena verlo de esta manera, como milagro, cierto es que no alcanzo a imaginar con precisión como es que ocurre el milagro, por esa causa es que solo me atrevo a calificarlo de milagro, no conozco operario que domine cada uno de los procesos de fabricación del milagro de la vida y por esa simple razón, nunca debemos atentar contra ella, el contacto esperma ovulo inicia la vida, debemos cuidarla, no destruirla, protegerla y disfrutarla, cada día, cada hora cada minuto o segundo, porque no se puede volver al pasado, es mejor, vivir intensamente el presente, porque no sabemos cuando terminará el milagro de nuestra vida.


lunes, 1 de abril de 2013

El elegido


Por: Julio Torres.
Aparece un gran número de puntos que en su marcha, una parte de ellos se alarga durante el viaje como si esa parte se rezagara de manera accidental formando una cauda muy parecida a la que dibujan los cometas convencionales y conocidos.

Poco a poco se multiplica el número de puntos hasta formar cantidades millonarias y entonces el espectáculo resulta maravilloso, pero no atinamos a deducir quien maneja ese movimiento de tantos puntos que se desplazan a velocidades impresionantes y nunca sus caudas llegan a tocarse, tampoco sus cuerpos y todos parecen obedecer ordenes perfectamente estructuradas que los guían a un lugar hasta ahora desconocido, pero el rumbo es el mismo, como si alguien les hubiese indicado el sentido y dirección que obedecen sin oponer resistencia, más bien parece que se trata de una carrera de velocidad y resistencia con reglas perfectamente definidas y que cada uno de esos puntos trata de llegar primero al destino indicado.

Observar el movimiento de esos puntos que se mueven con precisión envidiable implica deducir que algo o alguien han trazado ese proyecto, de ninguna manera se piensa que dichos movimientos pudieran ser accidentales o casuales, lo cual invita a especular que nada es casual en este universo, que todo obedece a una causalidad, que es como lo definen algunos pensadores, que todo es arriba como es abajo o como es adentro es afuera.

Pero la sorpresa es cuando observamos que solo uno de los puntos logra llegar a un destino, que parece una pared rígida y curiosamente se introduce en esa pared con una aparente facilidad y ninguno de los otros puntos ha sido capaz de hacer lo mismo resultando rechazado y perdiéndose a continuación en el espacio vacío poco a poco, tal vez aceptando su derrota o quizás, sin entender de manera eficaz lo sucedido y sin conocer la suerte del punto que sí logró introducirse a esa pared rígida que ninguno de los otros puntos pudo lograr.

Imagino que en ese momento en el que esa pared ha sido perforada, algo maravilloso ocurre al otro lado, pienso que a partir de entonces debe entrar en acción alguien que habrá de encargarse del proceso que se provocará con el ingreso de ese cuerpo al interior de esa pared, pero insisto, solo uno de ellos ha logrado penetrar, como si se tratara de una elección prefabricada o dicho de otra manera, ha sido elegido solo uno de ellos y la razón va a permanecer oculta o poco comprendida.

Maravilloso debe ser el privilegio de ser elegido, como si se tratara de algo que no va a ser repetido en la misma forma nunca más, como si alguien hubiese fabricado ese punto en el espacio con un movimiento propio, con una inteligencia propia con una personalidad propia y que nunca en el tiempo y en el espacio se fabricará algo igual, ese algo solo será parecido, pero nunca igual.

Cierto, ese es el proceso de una nueva vida, esa es la forma como hemos sido privilegiados al ser escogidos entre millones, eso no es poca cosa, mi lugar en esta vida me ha permitido manifestar mis pensamientos y mis emociones de manera libre y nunca nadie puede impedir que manifieste mis ideas y mis sentimientos, me anima entonces el hecho de que fui elegido entre millones y por ese hecho simplemente me siento orgulloso, pues esa elección me permite ahora platicar sobre este pensamiento.

No quiero entrar a terrenos filosóficos porque no soy filósofo, pero si puedo gritar la emoción que me causa el haber sido elegido en esta vida y que no ha sido pequeña pues cuento más de siete décadas en las que he podido aprender a vivir de distintas maneras, de acuerdo a los acontecimientos de cada día, de cada semana, mes y año y hasta cuando me he sentido desesperado porque las cosas no se presentan muy favorables, por la noche medito y pienso que tal vez así haya escrito, que así es como debo aceptar la vida o el milagro de haber podido penetrar en esa pared rígida ganado la partida a millones de competidores.

Quiero enviar este razonamiento a aquellas personas que se cuestionan la razón de permanecer en este mundo, a aquellas personas que por alguna causa cruza en su mente el deseo de quitarse la vida solo porque los acontecimientos cotidianos resultan difíciles, a esas personas debo aconsejar que pidan y algo recibirán, que busquen y algo encontrarán, que llamen y alguien abrirá la puerta, que nunca olviden que fueron triunfadores cuando lograron penetrar esa pared y que resultaron vencedores en esa competencia entre millones de aspirantes y que entonces no tiene sentido quitarse la vida por complejo que sea el problema cotidiano.

Nunca debemos olvidar que fuimos elegidos, millones de aspirantes no lo lograron y el hecho de estar leyendo en este momento esta reflexión es motivo de alegría, motivo de celebración y nunca más que sea motivo de depresión, la vida debemos disfrutarla hasta el último segundo, hasta el último suspiro con una sonrisa que se interprete como “gracias” aunque nunca estemos conscientes a quien debemos dar esas “gracias” porque fuimos elegidos entre millones en este proyecto de vida.