martes, 8 de octubre de 2013

Imaginación creadora

La imaginación es lo que nos distingue del resto de las especies vivas, la imaginación es el resorte generador de las ideas que por fortuna parece no tener fin pues han transcurrido millones de años y seguimos imaginando, tal vez como si cada día el mundo comenzara por la mañana con el maravilloso espectáculo que nos ofrece la naturaleza de la creación, dibujando paisajes o figuras quizás nunca antes vistas por cada uno de nosotros pero que siempre han estado allí, solo que no se habían cumplido los tiempos adecuados que nos permitieran disfrutar de ese maravilloso paisaje.
Desde las cosas pequeñas como
una calabaza que con alguna intervención curativa y mediante la imaginación, adquiere una fisonomía totalmente ajena a su naturaleza, adquiriendo de momento y quizás por el resto de su permanencia, una fisonomía totalmente distinta al proyecto natural de su creación y claro, sin perder belleza, puesto que ahora se convierte en artículo de ornamento alusivo a las fiestas a celebrar en algún lugar cercano o lejano.
Semejante al mensaje del “camino amarillo” que nos indica el trayecto que debemos seguir, cuando buscamos al mago de oz que a falta de alas nos vemos precisados a recorrer en la búsqueda de la felicidad que la vida nos tiene reservada sin siquiera saber de qué se trata, pero algo dentro de nosotros indica que cada día y cada instante, es fundamental recorrer ese camino amarillo que por obligación habremos de seguir, porque muchas cosas buenas encontraremos en la búsqueda de nuestro sueño y con ello nuestra felicidad.
A través del tiempo, los seres pensantes como nosotros que nos han precedido, imaginaron formas arquitectónicas maravillosas, cada una de ellas de acuerdo a la tecnología de su tiempo y en ese caminar, la imaginación hizo posible una evolución que se antoja llegada de otros mundos, pero la realidad es que el arte de imaginar no tiene límites, el arte de imaginar parece tan infinito como el universo que nos circunda, me pregunto
¿Cuántos años transcurrieron antes de descubrir que el lugar donde vivimos es en realidad como una esfera? y no como una plataforma sobre el “lomo” de una tortuga como lo afirmaban hace muchos años nuestros antepasados.
Hoy la tecnología nos permite prácticamente proyectar sobre una pared todo tipo de conocimientos, por medio de palabras e imágenes con movimiento, inclusive, nos impiden dudar de todo cuanto se
presenta, casi haciendo a un lado la imaginación que aplicábamos cuando leíamos en los libros los descubrimientos hechos por personas estudiosas en todos los temas, hasta hubo quien declaró que en el proceso de la escritura la imaginación y la memoria se confunden.
Hoy día es tan grande la escritura como lo que cada generación ha aportado en su momento, pareciera que no existe algo que alimente nuestro asombro, sin embargo, cuando por accidente vemos figuras humanas, o se creyera que vemos figuras humanas en circunstancias poco reales e intangibles, manifestamos no solo asombro, a veces hasta temor sin fundamento, nada nos puede hacer daño, salvo que lo permitamos.
La imaginación creadora ha sido el motor de vida del ser humano, con la imaginación creadora hemos conseguido los avances necesarios y hasta casi indispensables en la vida moderna, con la imaginación creadora la esperanza de vida se ha incrementado, aunque muchas personas se empeñan en reducir esa esperanza por medio de vicios y pasiones, fanatizándose en el consumo de productos nocivos, que deterioran esa esperanza de vida que nos han regalado tal vez como operarios de un proyecto divino, que nos cuesta mucho trabajo comprender, el día que se me termine la imaginación, buscaré la asesoría de un niño, seguro estoy que él me podrá obsequiar una dotación extra de imaginación creadora.