miércoles, 16 de mayo de 2012

El hombre es dual


Por: Julio Torres.
Se dice que el hombre es dual, que es un alma encerrada en una forma material, por medio de ella expresa su personalidad, hasta ahora solo hemos explicado parcialmente la manera de manifestarse el espíritu, pero se comprenderá que por medio de sus frecuencias vibratorias produce la manifestación de la materia en sus diferentes formas.
Es muy importante no perder de vista lo que declaramos desde hace algunos reportajes en el sentido de que: “Dios entregó al cuerpo del hombre hecho de barro el aliento de vida y el hombre se convirtió en alma viviente”.
De acuerdo al escrito bíblico, el hombre se convierte en alma viviente cuando el aliento de vida entra por su nariz, en un reportaje futuro hablaremos de la importancia del estudio de la respiración que es lo que nos mantiene en realidad con vida.
Desde luego que no lo trataremos desde un punto de vista místico ni filosófico, sino en una forma muy práctica, debido a su relación con la fuerza de vida y con el alma del hombre, por ahora solo consideraremos como un punto de vista de una ley fundamental: El aliento de vida.
Posiblemente todos hemos escuchado y hasta nos han convencido de que la respiración es necesaria para la vida, sabemos inclusive, que hasta las plantas respiran para poder vivir, sabemos también que muchas personas tienen que vivir en lugares elevados y otras en lugares bajos con el fin de mejorar su salud.
En algunas personas resulta indispensable vivir permanentemente al aire libre y hasta dormir al aire libre que les permite conservar una muy buena condición física, basado en el hecho o la declaración de que el aire es necesario en la vida.
Tan pronto como preguntamos: Como y por qué, nos vemos enfrentados a muchas explicaciones, muchas ciencias diferentes tienen el mismo número de respuestas diferentes, pero casi todas están de acuerdo en un punto: El aire contiene oxigeno y este es necesario al cuerpo y con ello pueda vivir.
Por otro lado existen estudios que declaran que el oxigeno del aire no es un factor de suma importancia con el que se puede mantener la vida, la medicina y la química en sus tentativas de probar que el oxígeno es la fuente de la vida en el aire, han tratado de mantener vivo a un hombre por medio del oxígeno cuando otros recursos parecían fallar.
Pero el oxígeno también fracasó, si el oxígeno contiene la fuerza vital y es obtenido y administrado tan fácilmente en el cuerpo humano, entonces, no lo necesitaríamos para vivir, por tanto esa teoría no funciona y como muchas otras teorías, no se comprueba a si misma,
Es importante entonces demostrar que existe una cualidad en el aire, una fuerza o energía que produce y mantiene la vida, pero nada tiene que ver con el oxígeno, el aire posee una fuerza que hasta el momento no conocemos y eso es lo que mantiene la vida y mientras más pronto entendamos esto, mejor vamos a comprender que esa fuerza de vida procede de una fuente infinita con determinadas reglas.
Todas las células vibran con una misma y única fuerza, todas ellas respiran, beben y palpitan con la misma energía vibratoria como una unidad, están unidas en tal forma que las hace individualidades no separadas, son unidades verdaderas de una sola masa.
Todos estamos unidos en este universo, así como las células están unidas en una masa de carne y hueso o sangre, la fuerza vital entonces podemos decir que ingresa al cuerpo al momento en que nacemos, al momento en que ingresamos a este mundo, al momento de tomar el primer bocado de aire: “Y Dios infundió en el hombre el aliento de vida y el hombre se convirtió en alma viviente”.
Así lo declaran los escritos del génesis, este asunto lo ampliaremos a satisfacción en el próximo reportaje en que ampliaremos el concepto de la fuerza de vida, hasta entonces.

martes, 15 de mayo de 2012

Macrocosmos y microcosmos


Por: Julio Torres.
Resulta sorprendente darse cuenta de que aunque el cuerpo del ser humano esté físicamente completo al nacer en lo que respecta a su estructura y órganos, aún necesite ese último ingrediente, fuerza, energía o vitalidad esencial que se encuentra misteriosamente oculto en el aire, para hacerlo un ser vivo.
La inhalación del primer aliento es como prender el conmutador que hace funcionar una enorme máquina, la cual, antes de que la corriente eléctrica entrara al motor, no tenía ningún uso, aunque tal vez su montaje presentara una agradable apariencia.
Es muy necesario apreciar la relación que guarda el hombre con el universo, esto se puede comprender fácilmente si cada uno de nosotros recuerda o conoce el concepto que los biólogos tienen sobre las más pequeñas células de vida.
Observar con un microscopio una célula viviente, notaremos que parece flotar en el liquido en que se encuentra situada sobre el cristal del microscopio, es tan pequeña que sin el microscopio no lograríamos ver claramente ni siquiera la gota de líquido en que está la célula.
Ante el microscopio la pequeña gota de líquido se convierte en un gran lago, en el cual podemos ver muchas células flotando, vemos que se mueven con determinada velocidad sobre el líquido, como si fueran pelotas de goma flotando en la superficie del lago.
Un examen minucioso permite ver que las células casi son transparentes y que vibran con una fuerza vital sin que se pueda descubrir que y de donde procede esa fuerza, esa energía, y no queda más remedio que calificarlo como fuerza divina.
Independientemente los biólogos saben que las células están conectadas entre si pero, también se sabe que ninguna de estas células podría vivir ni un instante si se le separa del líquido en el que flota y tiene su existencia.
Todas las células respiran, beben y palpitan con la misma energía vibratoria como una unidad, unidas en tal forma que las hace individualidades no separadas, sino unidades verdaderas de una sola masa, como lo enseña la biología.
La relación del hombre con el universo es idéntica, aún en contra de nuestras creencias preconcebidas, no tenemos individualidad separada en cuanto a nuestra existencia, todos estamos unidos en este universo, como lo están unidas en una masa de carne, hueso o sangre.
Considero que con lo dicho en los párrafos anteriores ya conocemos los términos: “Macrocosmos y microcosmos” que se han empleado en la explicación de la relación del hombre con el universo y el reto es mostrar que no es teoría solamente, sino realidad.
Muchos filósofos en sus escritos antiguos, trataron de aclararnos estas cosas con sencillez, pero su lenguaje oculto o simbólico ha ocasionado malas interpretaciones en algunos estudiantes de ocultismo, que tratan de traducirlos literalmente.
En el hombre todo lo que es real en él y de él es en verdad una parte del universo, en reportajes anteriores se dijo que “el hombre es una alma viviente”, que su cuerpo no es la parte real de él, que la materia es una cosa incidental en su existencia y que el espíritu, es la fuerza que anima a toda la materia, es lo que realmente existe.
El espíritu no cambia, su naturaleza es siempre la misma, pero las formas materiales, las estructuras físicas en las que se manifiesta, cambian continuamente.
Pero el hombre es dual, él es un alma encerrada en una forma material, por medio de la que expresa su personalidad particular, y debido a lo particular del asunto expuesto, considero que es tema del siguiente reportaje al que le invito cordialmente, hasta entonces.

domingo, 13 de mayo de 2012

El final del principio


Por: Julio Torres.
Una vez que hemos incursionado en todos los temas sobre mente, memoria, consciencia, alma, materia, electrones y todo lo que hemos tratado en los últimos reportajes  con todos los obstáculos que encontramos en el camino, hoy quiero sintetizar lo mejor que se pueda con el único fin de dejar en claro el objetivo primordial que es conocerse a si mismo.
Desde la infancia cuando percibimos las primeras impresiones, la información ha sido archivada en nuestra memoria y allí permanece con las imágenes más bellas y las palabras exactas, se ha probado muchas veces que esto que digo es cierto, pueden preguntar a cualquier mamá lo que platican con su bebe y después de años hacen una retrospectiva con resultado sorprendente.
Cuando analizamos la manera de funcionar de la memoria, no queda más remedio que declarar que le debemos regalías a san Agustín, por haber fincado las bases de fabricación del disco duro de las computadoras actuales, pero tal vez él, quedó a deber regalías a quien fabricó nuestro equipo de memoria que sigue vigente.
Dice san Agustín: “Y llegaré a los extensos campos y a los espaciosos palacios de mi memoria, donde se encuentran guardados los tesoros de innumerables imágenes, producidas por todo tipo de cosas percibidas por los sentidos”.
Es importante recordar que san Agustín vivió entre los años 354 y 439, muchos siglos antes de la utilización de la computadora y que ahora podemos comparar a la memoria como el disco duro de dicha computadora.
Luego ingresamos a la utilización de los materiales utilizados en las obras escultóricas importantes, todos hemos admirado esculturas de hombres y mujeres talladas con un parecido maravilloso a los originales, esas obras de los escultores se han hecho famosas, inclusive dichos escultores, por haber duplicado en piedra y otros materiales, la anatomía de los personajes  en su apariencia externa, con parecido impresionante.
Más tarde encontramos datos muy interesantes al investigar las diferencias entre un hombre dormido y otro sin vida, cuando supuestamente analizamos una célula sanguínea del hombre vivo y encontramos que en el centro de esa célula existe un punto que vibra y no así en una célula del hombre muerto.
Y cuando analizamos el comportamiento de los electrones vemos que también ellos poseen una fuerza que en realidad no sabemos de donde procede, igual que el efecto vibratorio en la célula de sangre, de tal suerte que la coincidencia nos obliga a pensar que la fuerza en el electrón y la fuerza en la célula de sangre proceden del mismo sitio, es una fuerza divina.
La fuerza unida de las células sanguíneas es lo que hace posible que la maquinaria del cuerpo humano se pueda mover y realizar las actividades que se le pidan, lo mismo va a ocurrir con los electrones, que unidos  formarán una masa que conocemos como materia y esa fuerza que posee cada electrón es lo que hace que esos cuerpos o masas no se desintegren.
Todos hemos admirado esculturas de hombres y mujeres, el cuerpo humano, cuando no tiene vida su parecido a una escultura es admirable, de manera que una vez analizados los estados de la materia encontramos que la fuerza de vida que contiene la célula sanguínea en su centro, lo mismo que la cualidad del electrón con su fuerza propia y que unidas esas dos fuerzas, se manifiesta lo que conocemos como vida.
Se dice que en el ser humano, en el momento de ser expulsado del vientre materno recibe por medio del aire la fuerza de vida en cada una de las células de sangre y entonces el recién nacido adquiere vida propia ya sin la ayuda del cordón que le une con la madre, en ese momento ingresa a ese nuevo ser su alma personalidad, ya tiene personalidad propia por el resto de su existencia.
El cuerpo se formó previamente con todos los elementos con los que cuenta la materia, cuyo principio es el electrón, que al unirse a otros mediante la técnica descrita en artículos anteriores se forma la escultura planeada.
Una vez que se cumplen los proyectos que en algún momento explicaremos, lo único que falta es la personalidad que se le adjudicará, porque ya ha sido dotado de consciencia que contiene memoria y cinco sentidos que alimentarán esa memoria, el complemento entonces es su alma que lo identificará como ser único hasta el último día de su vida.
Una vez que una persona adquiere los atributos: Consciencia y alma, ya podemos esperar que sea un genio, o un personaje exitoso o simplemente una persona de bien al servicio de sus semejantes, que cumplirá con el trabajo, la lealtad, la imaginación y todos los atributos a los que tiene derecho todo ser humano.
En la manera de utilizar la consciencia y el alma, ya podemos encontrar la lealtad y tantos otros atributos, pero de eso hablaremos en los próximos reportes, mientras tanto, gracias y hasta la próxima.