viernes, 14 de diciembre de 2012

Una vez más con la mujer Aries

Por: Julio Torres.
Declaré en un artículo anterior que si por casualidad o por causalidad me encontrara una vez más con una mujer Aries, pienso que ahora estoy más preparado y sostener una relación amorosa con mejor éxito que en su momento lo experimenté, pero insisto, nada de lo vivido con una maravillosa mujer Aries, lo cambiaría ni un centímetro se lo aseguro.
Otra de las cualidades de esta maravillosa mujer, es que su velocidad mental cautiva a todo hombre, claro si es que se quiere sentir amado profundamente, pero nunca intente tratar de controlarla, deje que sea ella la que tome la iniciativa, difícilmente se equivoca y si de distribuir los dineros se trata, abiertamente se puede confiar en ella, hasta ahora no entiendo cómo es que lo hacen, pero es como si tomaran una varita mágica a la hora de hacer el gasto diario.
Jugar al papá y a la mamá es fabuloso, pero debe estar alerta y detectar el momento que ella decida tomar la iniciativa, no se asuste, no pasa nada, es más, le sugiero que se deje conducir porque la experiencia va a resultar muy rica en el proceso y en el resultado, claro que habrá de cuidar la privacidad necesaria en el caso, pues no es muy audaz si se siente vigilada.
Una buena forma de jugar con ella en los menesteres conyugales quizás deba ser en lugares distintos al entorno familiar, ella prefiere no arriesgar el ser descubierta, y hablar de estos asuntos es mejor hacerlo en privado, de ninguna manera es conveniente hacerlo abiertamente, salvo que se hable de ello en forma disfrazada o con palabras encubiertas.
Si una mujer Aries le declara que está enamorada de usted, no lo piense mucho ya que su audacia llega hasta ese punto y lamentable es que muchas veces ello se interpreta de manera equivocada con resultados bastante desagradables.
No sucede nada si permite que esa maravillosa damisela le declara su amor, lo que ocurre es que se desespera de que el “galán” no se decide a cortejarla abiertamente  en su momento y debo reconocer y aceptar que en realidad nunca tuve el valor de expresar mi deseo a una maravillosa mujer Aries y lamentablemente la perdí sin remedio, con la consiguiente frustración.
Me prometí entonces nunca más cometer el mismo error y cuando se repitió la oportunidad, simplemente me entregué sin reserva alguna permitiendo que fuera ella la conquistadora y le aseguro mi querido lector que nunca me arrepentí de haber tomado esa decisión.
Desde luego que mi pobre experiencia, por edad claro, impidió que ese romance perdurara lo suficiente y a estas alturas reconozco que esa inexperiencia fue la causante de la ruptura vivida y que superar esa derrota me llevo algunos años  y que al paso del tiempo, como dice el dicho “que a toro pasado” todos podemos justificar que no hicimos lo que debimos hacer en su momento, pero en realidad es que no contaba con la experiencia necesaria.
Me temo que simplemente no entendí a esa mujer y hoy ya es tarde, si volviera a nacer, tal vez corregiría el camino sin pensarlo y sin justificación alguna, de manera que si usted amigo lector, se encuentra en una situación parecida, le sugiero que trate de no equivocarse, solo disfrute el amor que tiene frente a usted, el amor de una mujer Aries.
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