viernes, 18 de noviembre de 2011

Dinero como un cuento

En la vida, el dinero es simplemente un medio, no un fin, con el dinero no podemos comer, ni viajar, solo se puede utilizar se cambia por cosas que necesitamos o que deseamos, es papel que solo tiene valor de acuerdo al país y además varía o cambia de valor de acuerdo a cada persona.

Vale la pena recordar el dicho aquel: Si te compran: Vende, y si te venden: Compra, entonces, en cada caso el dinero adquiere un distinto valor o una distinta forma de ver las cosas, si deseamos algún producto, vamos a buscar quien lo fabrica y lo compramos.

El dinero se tiene que dejar circular y de esa manera no terminemos ahogados en él, es como la sangre, que permanece circulando toda la vida, comienza en el momento que el esperma designado ingresa en el recinto femenino y como un milagro, surge una nueva vida.

Comienza a circular la cantidad de sangre necesaria que servirá a esa nueva vida y desarrollarse de manera armónica, que sufrirá, pero vivirá, que podrá llorar, pero ello le conducirá a comprender lo que es la alegría.

Así el dinero debe permanecer circulando y proporcionando alegrías y tristezas inclusive, todo va a depender de lo que necesitamos o de lo que deseamos, pero lo mismo que con la sangre, solo va a circular lo que necesitamos, en exceso puede ser nocivo.

Claro que comprendo la pregunta que de inmediato surge: ¿Y porqué unos tienen mucho y otros poco, y unos más casi nada o nada?, ¿No creo que eso sea justicia divina?, ¿No creo que el mundo deba ser tan irregular?, ¿No acepto una situación así?

Es importante en este momento que hablemos de medidas, así como la sangre circula con cierta medida que es la adecuada para cada cuerpo, o la necesaria para que una vida se conserve sana y fuerte en el disfrutar de las vivencias, así ocurre con el dinero.

Veamos, es cierto que muchos tienen mucho dinero, tal vez por que han nacido con la habilidad de multiplicar el dinero bajo ciertas circunstancias, pero no todos tenemos la habilidad de multiplicar dinero, pero sí somos hábiles en la multiplicación de las actividades que a su vez nos producen dinero.

Luego interviene la manera de acumular ese dinero, hay quienes tienen la habilidad de manejar los movimientos de inversión y hay quienes tienen la habilidad de adquirir máquinas que al moverse van a producir dinero, que cubrirá sus necesidades.

Es importante saber que la prosperidad está diseñada de manera general, todos tenemos derecho a ella y obtener lo necesario que nos permita vivir con dignidad, el problema surge cuando  no entendemos que como la medida de los zapatos o la medida de la ropa, o la cantidad de sangre que necesitamos, solo debemos utilizar lo que necesitamos.

No quiero describir lo anterior como un conformismo, lo que sucede es que cuando más tenemos, más queremos, todo tiene una medida, el ejemplo de la cantidad de sangre puede ser el mejor, el aumento en la cantidad se sangre en el cuerpo, es capaz de producir la ruptura de muchos vasos sanguíneos.

El aumento en la cantidad de dinero, generalmente produce envidias, disturbios familiares que se transforman en sociales y se generalizan, a través del tiempo eso es lo que ha producido las luchas más crueles de la historia.

Es posible que envidiemos a quien tiene mucho dinero, pero, ¿Cómo será su vida cotidiana?, ¿Acaso estamos seguros que en verdad haya conseguido la felicidad?

A lo largo de mi vida he comprendido y disfrutado la inmensa felicidad cuando un niño, propio  o extraño, me obsequia la mejor de sus sonrisas, sin pedir a cambio nada, solo la respuesta de mi aceptación y no he invertido ni una moneda.

La medida del dinero entonces, no es que sea un cuento como titulo este mensaje, es algo que nos mide, si lo permitimos, es algo que nos domina, si lo permitimos, es algo benéfico, si lo permitimos.