Eran los días de verano durante las vacaciones escolares, en una unidad de viviendas como tantas que existen en todo el mundo y donde los muchachos adolescentes y menores, no encuentran actividad que cubra el tiempo de escuela que ahora no existe.
No faltó un muchacho audaz, que trata de imaginar el juego que los mantendrá ocupados durante esa largas vacaciones, cuando no se tiene idea de lo que se puede hacer para dominar el tiempo de ocio.
Ese tiempo lo ocupan ahora integrando un grupo musical, donde todos pueden cantar, bailar y divertirse gratamente y fijan la hora de ensayos para estar listos a su primer llamado en que amenizarán la primera fiesta.
No tardan en recibir la primera reclamación de un vecino que no puede soportar el ruido que producen porque ya son 20 elementos bastante ruidosos.
Las opiniones están encontradas, pues algunos vecinos están a favor del grupo que lo consideran bueno para los y las adolescentes, pero otros simplemente no soportan semejante ruido y creen que es nocivo para la salud.
Los días transcurren y cada vez el grupo se escucha mejor, hay quien lo compara con un conjunto profesional, pero los reclamos también han aumentado y el proyecto está a punto de fracasar.
Los vecinos no conformes deciden solicitar a las autoridades que los muchachos sean retirados del lugar con el argumento de daños al medio ambiente y los encargados de ejecutar el reclamo se presentan al lugar.
En principio todo indica que en cualquier momento el asunto puede salirse de control, pero nuevamente el ideólogo del grupo emite una solución audaz como es su costumbre.
Trata con todos los recursos a su alcance de lograr ser escuchado y cuando lo logra dice: No tiene sentido que estemos discutiendo por un asunto que se puede resolver muy fácilmente.
¿Recuerdan al flautista de Hamelin, aquel que con el sonido de su flauta logró sacar del pueblo la plaga de ratones? Bueno les invito a todos a seguir su idea, iniciemos a bajo volumen y ahora en fila, emprendamos una caminata.
Se inicia la caminata y paulatinamente va aumentando el volumen de la música y de las voces a tal grado que conforme avanzan, se integra poco a poco más y más gente.
Es tal el éxito de la idea que no pueden detener la caminata ni a la media noche porque ahora se han agregado más músicos y cantantes que quieren participar y el éxito de la idea obliga a los medios a difundir el evento.
Ahora se transmite en vivo la caminata y es tal el éxito obtenido que se agregan firmas fabriles que van aportando dinero para el evento que parece no terminar nunca.
Lo anterior entrega resultados impresionantes, pues eso causa que muchos lugares se han quedado solos, pues sus habitantes se han integrado a la caminata.
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