miércoles, 15 de mayo de 2013

Intendente de fábrica

Cuentos y más
Intendente suele ser el titulo que recibe el profesional del poder ejecutivo de un municipio en Argentina, en las posesiones del imperio español en América debido al buen desempeño que tuvo el sistema en España se aplicó a partir del siglo XVIII con el objetivo de mejorar los ingresos de la hacienda real y la defensa de los territorios, Intendente es un termino que se sigue utilizando en pleno siglo XXI, aunque se le etiquete de distintas formas, pero la función que creo debe prevalecer, con el espíritu inicial: Generador de Riqueza.
Generar riqueza es el objetivo principal de toda empresa, autores vienen y van, tratando de encontrar la piedra filosofal que mágicamente resuelva la mecánica que genere esa riqueza, como pedrusco angular de poder, pero de tanto que se ha escrito, me temo ha resultado muy complicado comprender la realidad de la “necesidad” y no del “deseo” de triunfo, bastan dos elementos, que todo buen intendente debe aplicar en la generación de riqueza: “Propiedad y trabajo”.

Así de sencillo, eso es todo lo que se exige en la generación de riqueza, propiedad y trabajo, si, propiedad y trabajo es suficiente, propiedad y trabajo manejado ingeniosamente, sin embargo, un amigo me dice: Es que yo no tengo propiedades, jamás obtendré la riqueza necesaria que me permita dar a mi familia lo necesario ni, lo mínimo necesario, ese comentario provoca una especie de tiempo de reflexión hasta que rompo el silencio: ¿No te das cuenta que lo que tienes “guardado” en tu cerebro es tu propiedad? Somételo y veras que pronto se convertirá en tu fuente de riqueza.
Desde luego, muchas veces no conocemos el valor que guarda nuestro cerebro, o dicho coloquial, desconocemos lo que contiene el “disco duro personal” que a lo largo de nuestra vida, acumula una serie de datos importantes que desdeñamos por el ritmo de vida que cargamos, la tecnología nos rebasa con el cúmulo de información, engendrando una disgregación social, tal vez peor que la que causa una guerra, resulta perturbador ver que en una reunión social, cada asistente se mantiene en su mundo especial, manipulando el teléfono moderno.
Un buen consejo sería tratar de encontrar la manera de reunirnos en familia nuevamente, utilizar la tecnología en conjunto y buscar acuerdos o mecanismos de actividad empresarial, utilizar la propiedad que contiene cada uno de nuestros “discos duros”, hacer una mezcla de las experiencias acumuladas y con ello dar forma quizá a una empresa familiar que genere los ingresos necesarios, o simplemente encontrar la manera de administrar los recursos de carácter inteligente, acumulados en grupo por el bien familiar.
Puede resultar efectivo también, la cualidad de generar riqueza que fue descubierta hace ya algunos milenios, cuando se estableció la regla de separar el diez por ciento de los ingresos del producto del trabajo y colocarlos bajo resguardo de acuerdo a los tiempos, evitar tocar ese dinero por lo menos durante un año, o dos o tres, de acuerdo al proyecto de necesidad y no aplicarlo a un proyecto de un simple deseo que indudablemente se derrocharía ese ahorro.
Otra regla dice que una buena decisión es elaborar proyectos cimentados en las necesidades sociales, es decir, descubrir lo que la sociedad necesita, mediante ese estudio, diseñar la empresa idónea que proporcionará el servicio necesario, ya sea de compra venta, simple comercio, producción, transformación o prestador de servicio en actividades múltiples, entonces, comprenderemos que la “propiedad” en verdad la tenemos, el tiempo de vida ha sido la inversión, acumulando sabiduría que al combinarla con el trabajo, la riqueza tocará a la puerta con golpes tan fuertes que difícil será no escuchar cada llamado de la riqueza.
Propiedad y trabajo ha sido la formula mágica del ser humano en todos los tiempos, en todos los rincones del planeta, en todos los pueblos, grandes y pequeños y cuando se han entregado al trabajo lícito en todos los ámbitos, la sociedad en general ha encontrado la felicidad, es por eso que prefiero describir al intendente como el jefe máximo de la fábrica, que dirige los trabajos y produce la riqueza, evitando así que la sociedad se corrompa.





sábado, 11 de mayo de 2013

Sentir

Cuentos y más
Sentir es una experiencia personal, nadie puede sentir lo que yo estoy sintiendo en este momento, lo más que usted puede hacer es imaginar lo que trato de decir, pero nunca experimentar lo que me sucede, eso es lo que nos hace distintos a usted y a mi, eso es lo que entendemos como personalidad, eso es lo que los antiguos filósofos han tratado de comunicarnos a través de milenios, la personalidad, la cuadratura del circulo, ¿Será acaso la noción de alma personalidad?
Alma es la parte espiritual e inmortal del ser humano, capaz de entender, querer y sentir, que junto con el cuerpo constituye la esencia humana, así lo declara Aristóteles, como vegetativa, sensitiva y la intelectiva, detalla que en los animales, el alma se halla vegetativa y sensitiva, en el ser humano como vegetativa, sensitiva e intelectiva, pero que no se trata de que los animales tengan dos almas y el ser humano tres, más bien, en los animales es una alma con dos funciones y en los seres humanos son tres las funciones, de tal suerte que se consigue separar la conciencia de la identidad.
Continúa Aristóteles: El alma es aquello por lo que vivimos, sentimos y razonamos primaria y radicalmente. La materia es potencia mientras que la forma es entelequia, el combinado de ambas es el ser animado, de manera general entendemos lo que es el alma, tomando en consideración que la palabra entelequia resulta sinónimo de esencia, substancia o clímax, pero, ¿Qué es en realidad el alma? ¿Dónde se encuentra? ¿Cómo puedo verla?
Asistí a una conferencia muy especial en la que se trató el asunto del alma, del espíritu y la causa por la cual siempre existe determinada confusión sobre que es una que es otra, el ponente desarrolló una explicación excelente, comparó el cuerpo humano con una fábrica de automóviles donde el movimiento de trabajo es altamente desarrollado, el mercado exige que se produzcan cientos de unidades por día, con el fin de que sea rentable la inversión y produzca dividendos en el menor tiempo posible.
Menciona que en la fábrica existe un personaje que se encarga de dirigir el funcionamiento de cada sitio en la “banda de producción” donde al final aparece un automóvil totalmente equipado y listo a recorrer los caminos, esa es su función, solo le falta el alma que ha de ponerlo a funcionar como es debido, el combustible por si solo no mueve a la máquina, entonces entra en acción la corriente de la batería y el auto funciona, la batería eléctrica sabemos que proporciona cargas eléctricas que los científicos han definido de muchas formas, pero en realidad no sabemos de donde proviene o como son esas cargas de manera puntual, pero sabemos que existen.
Abordamos el auto y éste hace lo que le ordenamos, pero a nosotros quien nos ordena lo que debemos hacer, simplemente lo hacemos mediante una serie de eventos que tampoco sabemos exactamente de donde provienen, alguien nos dijo como hacer que se mueva el auto, pero a esa persona también alguien se lo dijo, entonces en ese momento estamos aplicando el principio que establece Aristóteles en el sentido de que nuestra alma es vegetativa, sensitiva e intelectiva en conjunto, estableciendo que el auto se mueva a nuestra voluntad, pero cuando accidentalmente se suspende la corriente eléctrica el auto se detiene, acudimos con el mecánico y por el momento nada se puede hacer, entonces, decidimos abordar otro auto en tanto el experto califica si es reparable o lo declara perdida total, ¿Será acaso la función de nuestra alma cuando percibe que este cuerpo ya no marcha como debe ser, lo abandonamos y buscamos otro cuerpo casi como buscar otro auto?
Lo importante en este asunto del alma es que advierto que nadie siente como yo siento pero, comprendo lo que es el sentimiento, aunque no deduzco quien lo ordena ni de donde proviene la orden, extendiendo la pregunta; ¿De donde vengo y adonde voy? O ¿Qué soy o quien soy? Opino que los vicios y las pasiones, es el legado de las generaciones precedentes o actuales, con la etiqueta de ambiciosos, ellos nos mantienen en la ignorancia a favor de su hipocresía, con el peligro de cruzar los límites de la euforia y la depresión que alimentan el riesgo del suicidio o del homicidio, declaro también que nadie tiene derecho a decidir mi vida, con firmeza explico que el alma nace libre y así debe seguir durante el tiempo que habite y maniobre mi cuerpo.
Me parece que es tiempo de afirmar que una cosa es la conciencia y otra es el alma, entendiendo como conciencia aquello que se define como espíritu, de allí se desprende el dicho popular de que “las cosas se hacen en conciencia o en inconsciencia”, pero esta conciencia actúa conforme a los proyectos y dictados del alma, creando la base del comportamiento, por un lado la conciencia y por el otro el alma, como si fuera un triángulo, dejando el espacio en el siguiente ángulo donde se maneja la lealtad, completando así la figura de la personalidad, pues, si uno de los vértices falla o simplemente funciona con incorrección, la vida se desarrolla de manera cismática.
Una vez más encontramos esa figura del triangulo que define perfectamente el soporte vital de todo cuanto ocurre en nuestro macro y micro universo, por un lado la conciencia en uno de los vértices, en otro el alma y en el tercero la lealtad como resultado generacional, es decir, que un buen funcionamiento de conciencia y de alma forzosamente redunda en una lealtad hacia todo proyecto ya que sin lealtad a las ideas, sin lealtad a lo que se busca, sin lealtad a lo que se persigue ningún proyecto puede salir avante, así que reuniendo armónicamente conciencia alma y lealtad, cualquier proyecto de vida por complejo que parezca, formará el triunfo que ha sido edificado con sentimiento personal.





Si o no

Experimento un enojo supremo cuando quiero decir no y sin conciencia lícita digo si, eso me produce un sentido irresponsable con malestares orgánicos, internamente sabía que debía decir no, pero no lo pude corregir y pronuncié un si, comprendo que durante mucho tiempo sufrí la pesada carga de la indecisión, un día encontré la herramienta adecuada y pude decir no, de eso quiero hablar en este momento.
En algún lugar encontré este principio: “Entre la confusión y la claridad” existe una distancia muy pequeña, eso le convierte en el centro del conflicto, cuando se toman grandes decisiones malas se crean grandes problemas malos, inclusive costosos. Con el fin de pensar más en este asunto decidí caminar por un jardín que hacía tiempo no disfrutaba, llegué hasta una banca típica, decidí descansar, resultó tan gratificante el sentarme y admirar el paisaje, comprendí entonces que hacía mucho tiempo que no disfrutaba de la naturaleza, logré percibir miles de respuestas sobre el problema, pero todo era muy confuso.
Cuando recobré la calma, descubro que me acompañaba en la misma banca un hombre de mucha edad que al verme con aspecto de pregunta, simplemente examinó la causa de mis problemas, con desconfianza le describí mi desazón y como si hubiese escuchado mis pensamientos, de manera directa me dice: Lo que te ocurre es que debes aprender a tomar decisiones buenas, lo puedes conseguir fácilmente.
¿Cómo puedo lograrlo? Le pregunto casi de manera agresiva.
Muy sencillo, me contesta con firmeza, que pasa cuando quieres tomar un poco de agua, lo haces en un recipiente vacío, si quisieras hacerlo en un recipiente lleno, lo más seguro es que se derrame el nuevo líquido, así acontece con las decisiones, generalmente decretamos medidas tomando como punto de referencia algún dato que ya se encontraba en la memoria, eso es lo que desvirtúa la idea, induciendo una mala decisión.
Cuantas veces ocurre que se descompone el auto y acudes con el mismo mecánico porque ya lo conoces y la reparación resulta buena de momento, pero al día siguiente vuelve a fallar, decides entonces volver con tu mecánico de confianza y una nueva falla se presenta, todo porque no conoces a nadie que lo haga mejor, es decir, estas cometiendo el mismo error, provocando costos innecesarios, ¿te das cuenta que el problema solo es aprender a tomar buenas decisiones?
Un sistema es lo único que necesitas, como en todas las actividades de la vida, primero debes utilizar la cabeza y formar preguntas de sondeo, si lo haces junto con el corazón, encontrarás mejores respuestas, utilizar un sistema siempre es mejor porque reiteradamente produce mejores resultados, incluso si se cometen errores, aprender a decir si o a decir no, es tan simple que solo debes pensar si lo estas haciendo por una necesidad verdadera.
Por sistema, debes valorar si se trata de una verdadera necesidad, luego, juzgar si es prioritaria y finalmente concluir sí o no, esto se parece a la recomendación “escucha a tu conciencia” porque ese “escucha a tu consciencia” equivale simplemente a poner en armonía cerebro y corazón, ellos siempre encuentran la respuesta exacta, son dos órganos que actúan unidos en este tipo de conflictos, piensa que si dices si cuando lo que quieres es decir no, es un acto de inconsciencia.
Cuando ajustamos una decisión solo en lo que necesitamos, la decisión se vuelve sencilla, nos hace sentir prósperos o realizados, es cosa de preguntarse: ¿Deseo esto o lo necesito? Si lo deseas solamente, tendrás problemas, pero si persigues necesidades verdaderas, resulta extremadamente efectivo porque tomas mejores decisiones, graba en tu cerebro lo siguiente: ¿Qué deseas hacer? Y cuando estés seguro, simplemente di sí, en caso de ser necesario, di no si solo se trata de un deseo, acude a tu consciencia, ella es el punto de equilibrio entre el si y el no.
Unos minutos fueron suficientes en la reflexión del si y el no, cuando trato de cuestionar nuevamente al compañero de banca, éste había desaparecido, pero dejó una nota con la leyenda: Recuerda, si es necesario, lo mejor es decir si, pero si solo es un deseo, el no es preferible, de esa forma evitarás problemas, piensa en el concepto consciencia, ella es y será tu mejor consejera, unir el poder del pensamiento al poder del corazón siempre tropezarás con la mejor decisión, puedes bautizarla como decisión espiritual, si te resulta más sencillo o simplemente un acto de conciencia favorable, espero que el consejo haya cumplido.






viernes, 12 de abril de 2013

Tres años o casi


Por: Julio Torres.
Tres años o casi, he titulado este asunto ya que se trata de una edad maravillosa en el ser humano, donde todo conflicto es resuelto por medio de preguntas y pareciera que ninguna respuesta le interesa puesto que su problema no es el saber más, simplemente es el paquete de dudas que la vida misma le ha entregado desde el momento en que ha llegado a este mundo donde todo está a la vista y que sea descubierto, y que mejor que un niño que está a punto de cumplir tres años que es la edad de las preguntas.
A esta edad se pregunta: ¿Por qué sale el sol, porqué la luna? ¿Por qué llueve? ¿Por que es de noche? Y así, todo el tiempo haciendo preguntas que tal vez nos resulta un tanto difícil de encontrar la respuesta adecuada y sin embargo, es fundamental contestar de la mejor manera posible aunque ese niño finalmente acepta una u otra respuesta, inclusive si no recibe ninguna, pero no dude que volverá muy pronto a preguntar lo mismo, así que habremos de tener respuestas listas y convincentes.
En otro lugar habrá un niño que se pregunte el porque él no tiene una casa bonita en un barrio bonito donde no existan carencias, donde los parques y jardines luzcan las flores más bonitas o que existan áreas verdes donde se pueda jugar fútbol como sucede en los mejores estadios, o tal vez esté pensando en lo que comerá si es que en su casa existe algo con que alimentar ese estomago, que en momentos parece reclamar la suerte que le ha tocado vivir.
Diferencias abismales se presentan en el mundo cuando vemos a niños que con dificultad beben un vaso con leche por orden superior o que tal vez en ese momento no es leche lo que desean sino un esplendido helado o un trozo de pastel combinado por muchos tipos de leche.
También existe el niño que es “forzado” a ingerir todo tipo de vegetales por que se supone que eso es lo que necesita en su etapa de crecimiento, pero él no esta de acuerdo, pero que sucede con otro niño que ni siquiera ese plato de vegetales conoce y mucho menos ha estado presionado con el fin de obligarlo a ingerir esos alimentos.
En este conjunto de miradas he podido reflexionar lo que una realidad me presenta, distintas entre si algunas de ellas pero las de sufrimiento tal vez sean de mayor impacto, hermoso sería que no existieran miradas tristes, que todos los niños del mundo siempre pudieran disfrutar de alimentos mínimos necesarios que les permita un sano crecimiento, pero por desgracia no es así y entonces tampoco comprendo porque ha sido así siempre.
A los tres años el niño debe soñar, imaginar y crear un mundo feliz un mundo tal vez imposible, pero soñar, pues los sueños son el punto de partida de todas las ideas, soñar es gratis y de esos sueños puede surgir una realidad alcanzable, una realidad práctica, una realidad que nos permita adecuar este mundo de la mejor manera, cierto es que los sueños, sueños son, pero no debemos olvidar que un niño de tres años es un maestro en el arte de imaginar y solo con imaginación es que podemos transformar el mundo.
Juntos varios niños tomando agua de un simple grifo, imaginarán que están bajo una cascada hermosa en algún lugar que bien puede ser un paraíso terrenal, juntos pueden practicar la música imaginando que a futuro formarán un exitoso grupo musical, juntos pueden penetrar en el mundo de los libros.
Con esta imagen se robustece aquel principio: “Uno para todos y todos para uno” con la sencillez que nos regalan nuestros niños de tres años, creo que es momento de imitarlos de la mejor manera, sigamos siendo niños y preguntemos a todo mundo lo que debemos hacer en función de los problemas que nos subyugan, volvamos a esa edad de las preguntas, en algún lugar encontraremos respuestas, pero, practiquemos el arte de imaginar en todo momento como si contáramos solo con tres años de vida, o casi.

lunes, 8 de abril de 2013

Un ángel llega


Por: Julio Torres.
Un ángel llega y se hace cargo de una nueva vida que ha estado modelando con todo cuidado y cariño una madre, como muchas o casi todas las que existen sobre la tierra, pero habremos de recibir a ese ángel que viene con la misión de vigilar y proteger esa nueva vida, y que el trabajo escultural sea lo suficientemente efectivo, así lo ordenan los cánones divinos, desde el día en que un esperma elegido penetra en un ovulo determinado dando inicio a un nuevo milagro de vida.
Sabemos que dentro del vientre materno ocurre ese milagro de vida por medio de muchos eventos previstos con una precisión asombrosa, paulatinamente modelan una escultura que después de algunos meses dejará de ser dependiente del “jardín del Edén” donde se encuentra, luego será expulsada y comenzará a enfrentar y resolver los problemas que implica la vida de este mundo en el que todo tiene una forma.
Con la tecnología de este siglo es muy fácil observar lo que ocurre dentro del vientre materno, aún con los avances tecnológicos actuales el evento del embarazo sigue sorprendiendo a chicos y grandes, se percibe como una fantasía cinematográfica en quienes carecemos del conocimiento médico mínimo.
Llegado el momento de ingresar a este mundo, suele ocurrir frente a muchas personas como si se tratara de una comisión de recepción, aunque en ciertos casos el nacimiento ocurre de manera solitaria, como si desde ese momento se decretara enfrentar los conflictos de vida de manera personal y sin ayuda de sus iguales.
Algunos tienen la fortuna de alimentarse desde el primer momento por medio de la madre, siendo tratados con toda la ternura y todo el amor que solamente ellas pueden dar, lo que es calificado como un excelente ingreso a este mundo fabuloso, aunque algunas veces nos quejamos de nuestra suerte o mala fortuna, casi nunca agradecemos las bondades con que nos obsequia el comité de recepción.
Otros enfrentan desde el primer momento situaciones de riesgo pues por causa desconocida o con cierta lógica, esos recién nacidos son colocados en aparatos especiales que regulan temperaturas que no fue posible obtener durante el embarazo, además de obtener las primeras dosis de alimento por medios artificiales.
Se hace necesaria una vigilancia especial hasta el momento en el que el recién llegado pueda valerse por si mismo en función del proceso de alimentos, en caso de suerte contraria, el trabajo realizado por el esperma elegido, con el trabajo restante del milagro de vida, resulta triste simplemente, el llegar a esta vida con muchas deficiencias redunda en la pérdida de la vida que tanto trabajo requirió.
Cuando se conecta la piel de la madre con la del bebé pareciera que se realiza una comunicación muy especial, hay quien asegura que una mamá es capaz de identificar la textura de la piel de su hijo como lo hace con el tono de voz de entre voces de muchos niños de la misma edad sin temor a equivocarse, de igual manera el niño distingue el olor de mamá, así como su voz, yo no se si lo que digo tiene fundamento científico, solo afirmo que eso lo he visto en muchos lugares, cada niño y cada mamá se identifican mediante una técnica que no conozco.
Una mirada como esta nos invita a una retrospectiva del proceso espermatozoide, ovulo, gestación y nacimiento, que como una gran fábrica, la participación de miles de operarios hicieron posible que se dibujara esa mirada, esa sonrisa, esa vibración que interpretamos como amor, nada justifica que ese trabajo se destruya solo por las debilidades humanas de cualquier índole.
Creo que puede ser conveniente regresar a ese ángel que llega con la consigna de cuidar y guiar a ese nuevo ser humano, que tiene la tarea de cumplir con una lista de actividades que habrá de realizar durante un tiempo determinado, y evitar en la medida de sus posibilidades que esa vida se termine antes de tiempo, por iniciativa propia o por agentes externos, pero que debe cumplir puntualmente como fue diseñado y de esa forma entregar cuentas a quien haya que entregarlas en el momento y lugar destinado y poder declarar, he cumplido con mi trabajo, para eso he llegado.

jueves, 4 de abril de 2013

El milagro de la vida


Por: Julio Torres.
Es indudable que alguien vigilará el proceso de la vida que en este momento se ha iniciado en alguna parte del mundo, difícil resulta imaginar como es que se inicia y en que momento, desde luego que los especialista nos pueden dar un buen número de teorías en función de la vida, sin embargo, me temo que siempre existirá algún punto de vista difícil de comprender por quienes no tenemos ni el conocimiento y mucho menos la especialidad.

Sabemos que solo una célula haploide que constituye el gameto masculino conocido como espermatozoide, resulta elegido para introducirse en el ovulo femenino y a partir de ese momento una vida nueva comienza su transito por este mundo tangible, por lo tanto pienso que a partir de ese evento, de alguna manera alguien ejerce la vigilancia de esa gestación con el fin de que una nueva vida manifieste sus inquietudes por medio de los cinco sentidos y cumpla su ciclo de vida y muerte.

Por medio de imágenes de gestación que en este tiempo es sencillo de conseguir, resulta fácil imaginar que estamos ante un trabajo delicado y muy preciso que no puede eludir una vigilancia extrema, pues la delicadeza de la nueva vida no es cosa menor, así que me atrevo a pensar que no solamente se trata del trabajo intuitivo y a veces instintivo de la madre que tiene a su cargo la enorme tarea de modelar esta nueva vida, esto va más allá de lo que un ser humano pueda realizar, solo queda como explicación que se trata de una inteligencia divina.

¿Será acaso que desde el momento que el ovulo es penetrado por el espermatozoide, se asigna a una entidad responsable de que el trabajo de gestación se desarrolle adecuadamente? Esto me obliga a pensar que la figura del “ángel de la guarda” debe ser el encargado de vigilar que esa nueva vida se modele de acuerdo al proyecto divino, no puede ser casual que todas las religiones hablen de este trabajo casi de la misma manera, la gestación es un milagro cada día, eso es lo que me obliga a pensar que alguien debe estar vigilante a cada momento, una especie de ingeniero en jefe que está atento durante el proceso de fabricación.

Indudable es que el proceso de gestación es muy hermoso, como hermosa es la relación hombre mujer que al participar en ese magno evento experimentan el mayor placer por cierto indescriptible, vale la pena experimentar una retrospectiva en la historia de las relaciones y tratar de imaginar el posible momento sublime del trabajo “esperma ovulo” y recrearse de ese momento como participe de la obra de arte de una nueva vida y la continuación ponerla en manos de la madre que durante nueve meses trazará línea por línea en cada parte del cuerpo del nuevo ser, sin embargo, ¿será verdad que un ángel o un protector o un espíritu superior se encargará del trabajo de la escultura viviente que se está fabricando, o quizás esa sea la parte espiritual que todos poseemos, la encargada de esculpir el maravilloso cuerpo humano y entonces pensaré que el trabajo de ese espíritu caminará junto a esa nueva vida por el tiempo que ella permanezca en este nuestro mundo.

Ver un vientre materno nos coloca en el lugar más difícil, los médicos que dominan esta especialidad posiblemente nos pueden dar una y mil frases técnicas contundentes, pero quienes no somos especialistas, disfrutamos plenamente con solo imaginar que dentro de ese recinto maravilloso se están llevando a cabo tantos acontecimientos en todo momento que nos parece ver que un enorme ejercito de operarios ha sido entrenado minuciosamente en cada una de las especialidades y como en una fábrica de autos o de aparatos modernos, cada uno de esos operarios entrega su mejor esfuerzo laborando las 24 horas del día con la esperanza de que el producto resulte acorde a las expectativas.

Nos dicen que pronto, muy pronto ese niño comenzará a sonreírnos, otorgándonos de esa manera el mejor salario que la vida nos tiene reservado y el salario de mamá debe ser incalculable, su maravillosa escultura ha concluido y que decir cuando escuchamos esa primera palabra: “mamá” o “papá” una más de las experiencias difíciles de explicar, me quedo entonces con el estupendo momento vivido con cada uno de mis hijos.

El milagro de la vida es así, vale la pena verlo de esta manera, como milagro, cierto es que no alcanzo a imaginar con precisión como es que ocurre el milagro, por esa causa es que solo me atrevo a calificarlo de milagro, no conozco operario que domine cada uno de los procesos de fabricación del milagro de la vida y por esa simple razón, nunca debemos atentar contra ella, el contacto esperma ovulo inicia la vida, debemos cuidarla, no destruirla, protegerla y disfrutarla, cada día, cada hora cada minuto o segundo, porque no se puede volver al pasado, es mejor, vivir intensamente el presente, porque no sabemos cuando terminará el milagro de nuestra vida.


lunes, 1 de abril de 2013

El elegido


Por: Julio Torres.
Aparece un gran número de puntos que en su marcha, una parte de ellos se alarga durante el viaje como si esa parte se rezagara de manera accidental formando una cauda muy parecida a la que dibujan los cometas convencionales y conocidos.

Poco a poco se multiplica el número de puntos hasta formar cantidades millonarias y entonces el espectáculo resulta maravilloso, pero no atinamos a deducir quien maneja ese movimiento de tantos puntos que se desplazan a velocidades impresionantes y nunca sus caudas llegan a tocarse, tampoco sus cuerpos y todos parecen obedecer ordenes perfectamente estructuradas que los guían a un lugar hasta ahora desconocido, pero el rumbo es el mismo, como si alguien les hubiese indicado el sentido y dirección que obedecen sin oponer resistencia, más bien parece que se trata de una carrera de velocidad y resistencia con reglas perfectamente definidas y que cada uno de esos puntos trata de llegar primero al destino indicado.

Observar el movimiento de esos puntos que se mueven con precisión envidiable implica deducir que algo o alguien han trazado ese proyecto, de ninguna manera se piensa que dichos movimientos pudieran ser accidentales o casuales, lo cual invita a especular que nada es casual en este universo, que todo obedece a una causalidad, que es como lo definen algunos pensadores, que todo es arriba como es abajo o como es adentro es afuera.

Pero la sorpresa es cuando observamos que solo uno de los puntos logra llegar a un destino, que parece una pared rígida y curiosamente se introduce en esa pared con una aparente facilidad y ninguno de los otros puntos ha sido capaz de hacer lo mismo resultando rechazado y perdiéndose a continuación en el espacio vacío poco a poco, tal vez aceptando su derrota o quizás, sin entender de manera eficaz lo sucedido y sin conocer la suerte del punto que sí logró introducirse a esa pared rígida que ninguno de los otros puntos pudo lograr.

Imagino que en ese momento en el que esa pared ha sido perforada, algo maravilloso ocurre al otro lado, pienso que a partir de entonces debe entrar en acción alguien que habrá de encargarse del proceso que se provocará con el ingreso de ese cuerpo al interior de esa pared, pero insisto, solo uno de ellos ha logrado penetrar, como si se tratara de una elección prefabricada o dicho de otra manera, ha sido elegido solo uno de ellos y la razón va a permanecer oculta o poco comprendida.

Maravilloso debe ser el privilegio de ser elegido, como si se tratara de algo que no va a ser repetido en la misma forma nunca más, como si alguien hubiese fabricado ese punto en el espacio con un movimiento propio, con una inteligencia propia con una personalidad propia y que nunca en el tiempo y en el espacio se fabricará algo igual, ese algo solo será parecido, pero nunca igual.

Cierto, ese es el proceso de una nueva vida, esa es la forma como hemos sido privilegiados al ser escogidos entre millones, eso no es poca cosa, mi lugar en esta vida me ha permitido manifestar mis pensamientos y mis emociones de manera libre y nunca nadie puede impedir que manifieste mis ideas y mis sentimientos, me anima entonces el hecho de que fui elegido entre millones y por ese hecho simplemente me siento orgulloso, pues esa elección me permite ahora platicar sobre este pensamiento.

No quiero entrar a terrenos filosóficos porque no soy filósofo, pero si puedo gritar la emoción que me causa el haber sido elegido en esta vida y que no ha sido pequeña pues cuento más de siete décadas en las que he podido aprender a vivir de distintas maneras, de acuerdo a los acontecimientos de cada día, de cada semana, mes y año y hasta cuando me he sentido desesperado porque las cosas no se presentan muy favorables, por la noche medito y pienso que tal vez así haya escrito, que así es como debo aceptar la vida o el milagro de haber podido penetrar en esa pared rígida ganado la partida a millones de competidores.

Quiero enviar este razonamiento a aquellas personas que se cuestionan la razón de permanecer en este mundo, a aquellas personas que por alguna causa cruza en su mente el deseo de quitarse la vida solo porque los acontecimientos cotidianos resultan difíciles, a esas personas debo aconsejar que pidan y algo recibirán, que busquen y algo encontrarán, que llamen y alguien abrirá la puerta, que nunca olviden que fueron triunfadores cuando lograron penetrar esa pared y que resultaron vencedores en esa competencia entre millones de aspirantes y que entonces no tiene sentido quitarse la vida por complejo que sea el problema cotidiano.

Nunca debemos olvidar que fuimos elegidos, millones de aspirantes no lo lograron y el hecho de estar leyendo en este momento esta reflexión es motivo de alegría, motivo de celebración y nunca más que sea motivo de depresión, la vida debemos disfrutarla hasta el último segundo, hasta el último suspiro con una sonrisa que se interprete como “gracias” aunque nunca estemos conscientes a quien debemos dar esas “gracias” porque fuimos elegidos entre millones en este proyecto de vida.