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jueves, 1 de diciembre de 2011

El encargo de José

Cuando José llega a casa después de asistir a la escuela se encuentra un mensaje de su mamá en el que le indica que le lleve los alimentos a su papá que se encuentra en el trabajo a una distancia aproximada de 200 metros.
Obedeciendo el mandato, agrupa las cosas que debe llevar y con paso firme se dirige al lugar señalado, pero en los primeros 50 metros se encuentra a su terrible enemigo, un compañero de escuela que por sistema le agrede en la escuela y fuera de ella.
José le pide que se calme porque se trata de la comida de su papá, y debe tratar de conservarla caliente, de otra forma va a tener dificultades con su mamá y eso resulta peor.
Por toda respuesta recibe un golpe que provoca que los alimentos se derramen por el piso, de manera que se destruyen por completo y habrá que regresar a casa y reponerlos lo más rápido posible, que evitará el regaño de mamá.
Con la preocupación de lo ocurrido, se regresa a casa y se dispone a reponer los alimentos lo más rápido posible, procurando hacerlo antes de que su mamá regrese y reciba el regaño.
Una vez resuelto el problema se dirige nuevamente a cumplir el compromiso, pero el conflicto subsiste, su compañero de escuela ya le está esperando en actitud retadora y José simplemente se dirige directamente a su enemigo con una gran seguridad y le dice:
¿No te has enterado que hace un momento la tierra dejó de ejercer su movimiento de rotación? ¿No te sientes más ligero en este momento? ¿Sabías que la velocidad a la que giraba la tierra era de mil seiscientos sesenta y siete kilómetros por hora?
¿Qué no sientes que te duele la cabeza? Si no te regresas en este momento a tu casa corres el riesgo de comenzar a volar, porque poco a poco vas a estar perdiendo peso y el aire te va a elevar hasta el cielo y no habrá nadie que te pueda rescatar.
Yo voy a llevar la comida a mi papá, y él ya me dijo que me apure a llegar, porque ya tiene listo el lugar donde nos vamos a defender de la pérdida de peso, dentro de un rato, toda la gente que permanezca en las calles, comenzará a volar hacia las nubes.
Si el planeta deja de hacer el movimiento de traslación, que como sabes, se mueve a 30 metros por segundo, paulatinamente llegará al sol y todo se quemará, así que corre a tu casa y trata de ponerte a salvo.
Totalmente desorientado el tremendo atacante se convirtió en un cordero temeroso y con paso inseguro trató de llegar a su casa cayendo y levantando y José decidió apretar el paso y llevar la comida a su padre.
La manera como logró influenciar a su atacante finalmente le dio resultado, y se cuenta que nunca más se presentó a la escuela el muchacho peleonero, el que agredía a cuanto estudiante se le presentaba.

viernes, 7 de octubre de 2011

La lluvia de estrellas

Era la primera vez que Ernesto, el hijo menor de mi vecino observaba ese gran espectáculo que conocemos como lluvia de estrellas, con gran alegría disfrutaba cada una de las luces que viajaban a grandes velocidades.

Su papá le explica que se trata de una corriente de meteoritos que conforman los restos que deja a su paso algún cometa y que solo en fechas determinadas es posible disfrutar este fenómeno en toda su magnitud.

Mientras el papá de Ernesto trata de explicar a su hijo la maravilla del fenómeno, este, se queda dormido y se sueña viajando en uno de esos meteoritos y se entera su papá que está soñando porque de momento comienza a hablar y comienza a describir lo que supuestamente está viendo.

Dice que viaja a una velocidad enorme y que a lo lejos puede apreciar que se encuentra una luz muy brillante, parecida a la luz del sol cuando está apareciendo en el oriente.

Que es como un fulgor muy grande como si todas las estrellas del cielo se hubieran puesto de acuerdo para brillar al mismo tiempo y con gran emoción describe lo que está viendo.

La explicación de su papá sigue adelante, tal vez no se ha dado cuenta que Ernesto en realidad está dormido y pareciera que entablan un dialogo perfecto pero ambos están viendo el mismo espectáculo, con imágenes distintas desde luego.

La explicación que da el papá es documentada pues explica que las corrientes de meteoros son cuerpos pequeños que cruzan el sistema solar, que básicamente son partículas sólidas, rocosas o metálicas.

Que se han desprendido de algún cometa, también explica que es un espectáculo que siempre se puede ver a simple vista, que puede durar algunas horas y hasta una semana.

Por el siglo XVIII, un físico alemán fue el primero en decir que los cuerpos extraterrestres se consumían al momento de ingresar en la atmosfera y desde luego que en su tiempo se burlaron los científicos de su teoría.

Algunos científicos afirmaban que esos meteoros eran de origen volcánico, por lo que debió ser muy complicado en ese siglo y en los anteriores dar respuesta a cada fenómeno que se presentaba ante sus ojos.

En ese momento, Ernesto despierta y le dice a su papá: Sabes papá, que la superficie terrestre está protegida de los meteoritos por la atmosfera, cuando chocan con ella los meteoritos se desintegran.

Sabes también que esos meteoritos viajan a una velocidad mayor a los cuarenta mil kilómetros por hora y se queman por la fricción y por eso se produce una luminosidad que identificamos como una estrella que cae, pero no pasa nada.

El papá de Ernesto se queda viendo con gran asombro a su hijo sin saber que contestar y entonces el niño le cuestiona: ¿No me crees verdad papá?

Ambos se quedan viendo sin saber que decir ni que comentar y al unísono exclaman: Que maravillosa es la lluvia de estrellas, ¿Cierto?