Mostrando las entradas con la etiqueta Costumbres. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Costumbres. Mostrar todas las entradas

lunes, 14 de julio de 2014

Una comedia de equivocaciones

Cuentos y más
Los resbalones
Equivocarse provoca muchas veces los conflictos más difíciles de controlar, tantos como sinónimos encontramos en el diccionario, tales como: Resbalones, traspiés, deslices, pifias y más, lo cual se parece mucho a lo que ocurre en el teatro cuando alguno de los actores presenta problemas de concentración, es cuando una palabra se olvida en el escenario y se tiene que recurrir a sinónimos o simplemente a “morcillas”, recursos teatrales que resuelven de momento las equivocaciones.
En la vida diaria ocurre con mucha frecuencia esa comedia de
equivocaciones, cuando en el engranaje social se equivoca alguno de sus personajes, se recurre a la búsqueda de un “culpable” porque nunca podemos aceptar en su totalidad que somos nosotros mismos los culpables en el escenario social al que pertenecemos, solo por aprovechar el momento del fútbol que se vive, al momento de escribir esto, describo una de las “justificaciones utilizadas” cuando el seleccionado de México resultó eliminado de Brasil 2014.
Se dijo que el técnico estratega de la selección se equivocó en las
medidas tomadas al final del partido que le mantenía victorioso, que además el árbitro mostró una tendencia a favor del contrincante, que fulano se confió y eso causó la derrota, en fin, el número de justificaciones resultó excesivo y tal vez incongruente, pero en ningún momento se comentó que la causa principal es, la carga histórica de México y los mexicanos y de muchos países latinoamericanos.
En México, me temo que lo que se debe revisar es “la historia oficial” de los últimos 300 años de manera profunda, nos han obligado a creer en héroes que fueron traicionados, fusilados y hasta tratados como traidores a la patria, una historia oficial que ha sido implantada como una religión que dista mucho de una realidad congruente, pareciera que la historia oficial se encuentra en franca competencia con la religión oficial implantada desde los
más de trecientos años en que se consumó la conquista de estas tierras.
Hasta el presente siglo encuentro autores que han tratado de exaltar la figura de muchos personajes que por desgracia no aparecen como grandes personajes, ya que están fuera de la historia oficial, pero considero que estamos en el principio de una evolución, el principio de la creación de una identidad que tanta falta le hace al país, pero lo que todavía no se toca es lo referente a una nueva constitución política, una constitución actualizada ya que la que existe fue muy
buena en el siglo pasado, hoy las condiciones son distintas.
En el siglo pasado era necesario que el estado se hiciera cargo de una paternidad de gobierno controlando todo, desde luego con tintes democráticos, hoy día, ya se puede establecer una verdadera democracia que estimule la libre competencia, que los monopolios dejen de funcionar como tales, que “la propiedad de aire, suelo y subsuelo” deje de ser propiedad intocable del estado y que la libertad de empresa y la libertad de comercio se
conviertan en una realidad, que los capitales de todo el mundo puedan invertir en el país creando fuentes de producción, acordes al consenso mundial y de esa forma erradicar la fábrica de pobres, utilizada como bandera de partidos políticos, mostrándose sin escrúpulos.
Que las reformas tan mencionadas no queden sujetas a la voluntad de colores políticos, que retrasan el avance social y que es más
importante que ellos, los políticos, de vez en cuando nos pregunten qué es lo que en verdad necesitamos, que es en verdad lo que pensamos y que es en verdad lo que le hace falta al país y con ello, erradicar por fin y por siempre la comedia de las equivocaciones que debe estar cumpliendo cuatro siglos, y nuestros hijos dejen de sentir que somos un pueblo de perdedores, que solo estamos a un paso del triunfo, de manera que nuestros sucesores, trabajen libremente como arquitectos del nuevo México, triunfador en todos los terrenos.

domingo, 29 de abril de 2012

El hábito


Por: Julio Torres
Una definición puede ser que el hábito es una ley inconsciente de la mente subconsciente, de cierta manera todo el edificio, como se ha establecido, nos referimos al cuerpo humano, se cansa por agotamiento y el ingeniero jefe encara los peligros con sabiduría, pero es fiel a su trabajo y con un esfuerzo extremo mantiene el cuerpo en excelentes condiciones.
El señor tacto puede sentir una fatiga más acalorada con los latidos de la maquinaria trabajando de manera rápida, pero el jefe de registros toma nota del hecho y hace una entrada en sus libros anotando que ciertos rasgos indeseables provocaron la fatiga.
Todo lo anterior es ignorado por el señor gusto y el señor tacto, quienes finalmente provocaros los disturbios descritos, porque ellos muy rara vez o nunca revisan los registros de la memoria cuando desean “pasar un buen rato”.
Muchas veces todo el sistema se debilita, no por el ingeniero jefe, sino por la interferencia voluntaria por parte de los ejecutivos objetivos que no razonan, así percibimos que el ingeniero jefe siempre está listo a defender el cuerpo que es su tarea obligatoria, es el guardián junto con el jefe de registros que protegen a la maquinaria humana.
La guardia funciona perfectamente, sin embargo, cuando el señor vista y el señor tacto deciden que desean cierta droga para el cuerpo, se la ponen en la boca y en seguía dice el señor tacto que al señor gusto no le gusta el sabor, se consulta al jefe de registros, quien a su vez consulta los libros de la memoria y encuentra que ya una vez se tomó la misma droga y hubo grandes problemas.
Esta información se la entrega al ingeniero jefe quien en seguida pone en funcionamiento la maquinaría de peligro, y el ingeniero jefe hace lo posible buscando anular cualquier problema causado por la droga, pero si se utiliza una y otra vez, contra los avisos del jefe de registros o del ingeniero jefe, gradualmente la maquinaria se debilita tratando de enfrentar batallas innecesarias y de corregir problemas innecesarios.
El tema que nos ocupa hoy es el de los hábitos que se forman de la misma manera, el ingeniero jefe obedece órdenes, ese es su trabajo, cuando la mente objetiva repetidamente le dice que haga algo, él toma nota y lo procesa, así nada más.
Supongamos que el ingeniero jefe y el jefe de registros encuentran, después de muchas semanas de observación, que después de cada comida y después de procesar cada carga de combustible que llegó al sistema, el ingeniero jefe tuvo que comenzar a mover los músculos necesarios para fumar un cigarro.
Supongamos que el ingeniero jefe oyó decir al señor tacto, tres veces al día: “Quiero fumar ahora, tenga todo listo para que yo fume, haga mover mi cuerpo de manera que pueda tomar el cigarro, encenderlo y fumarlo”.
Después de varias semanas de esta orden, el ingeniero jefe escribe en el libro del jefe de registros: “Tan pronto como todo el combustible está en el horno, o sea el estómago, y ha terminado su trabajo, poner los arreglos necesarios en acción para fumar cigarros”.
Lo anterior sería una ley para el ingeniero jefe, él nunca discute tales leyes porque seguramente el señor tacto y el señor gusto tienen la habilidad de razonar y deberían saber lo que están haciendo, así guarda esta ley en el tablero de noticias y después de cada comida comienza la maquinaria de  fumar cigarros porque ya está hecho el programa y se efectúa de manera casi automática.
El señor tacto y el señor gusto notan que después de cada comida hay una sensación extraña que los obliga a fumar. Hasta aquí dejamos este tema que me parece maravilloso el poder comprender que es lo que pasa con los hábitos que no guardan mucha distancia con los vicios.
En el próximo reporte ampliaremos este concepto de los hábitos, la invitación cordial y hasta entonces.