Escucho el sonido del despertador y abro
los ojos demasiado rápido, más rápido de lo habitual y veo que me encuentro en
un lugar desconocido, nunca antes he estado en un lugar como este, es como un
gran jardín, percibo el aroma de las rosas muy fuerte.
Es un espectáculo increíble, el sol
brilla esplendoroso, nunca lo había visto así, y creo que eso es lo que hace
que las flores brillen más de lo normal, pero no veo a nadie cerca, quiero
saber en donde estoy, y como es que he llegado a este lugar.
En este momento escucho que se acercan
personas cantando una melodía desconocida, pero suena bien, por fin veo gente,
que posiblemente me pueda informar como se llama este lugar y como puedo
regresar a mi casa.
Como ya se acercan trataré de salir a su
encuentro, e intentar hablar con alguna de esas personas que visten una especie
de túnicas blancas, todos visten lo mismo, como uniforme, casi igual a los que
utilizan en las compañías comerciales importantes.
Quiero preguntar al primero que viene en
la fila, pero no me hace caso, solo me sonríe y eso impide que me pueda
contestar, trato de preguntar a otro y fracaso de nuevo, pero lo curioso es que
nadie se niega a contestar, la respuesta es siempre una sonrisa.
Al final de la fila se detiene un joven
aproximadamente de mi edad y sin hablar mucho, simplemente me dice, yo te
indico por donde debes avanzar, solo sígueme, trato de hablar y preguntar pero
no me hace caso y simplemente me indica que lo siga.
Al instante llegamos a un lugar parecido
a un cuarto de hotel, pero lo curioso es que no tiene paredes convencionales,
son paredes de cristal, esto es como si dentro y fuera de la habitación
simplemente fuera de día, pues sigo viendo la brillantez solar y el jardín
florido.
Intento nuevamente preguntar al guía pero
no da oportunidad y solo me dice, mañana recibirás toda la información que
necesitas, yo no estoy autorizado, así que espera hasta mañana, mientras tanto
trata de descansar porque mañana te espera un día muy pesado.
Se retira el guía sin agregar comentario
alguno y sin saber que hacer me siento sobre la cama que me permite disfrutar
el panorama y aunque muy leve, escucho música que más que alegrarme produce en
mí una paz muy extraña.
Lo anterior me adormece sin sentirlo y no
se en que momento pierdo totalmente la conciencia de estar despierto, hasta
este momento en que despierto, veo frente a mí, una persona que le encuentro
familiar, pero en realidad no se de quien se trata.
Después de un instante como si estuviera
esperando que me despertara totalmente me dice: ¿No me recuerdas? He estado
junto a ti todo el tiempo y ni siquiera me reconoces, en cambio yo sí se quien
eres, como te llamas y ahora te explicaré lo que haces en este lugar.
Me dirijo a esa persona y le explico que
aunque me parece muy atento, también muestra una especie de misterio que no
comprendo, y le digo que quiero que me diga donde estoy.
El, se concreta a preguntarme: ¿Qué es lo
último que recuerdas antes de llagar aquí?
Recuerdo un cuarto de hospital, donde
nunca supe si era de día o era de noche y nada más, entonces: ¿Estoy muerto?
No, solo estas en otra vida.
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