domingo, 4 de agosto de 2013

Ajedrez sin reglas

La federación internacional de ajedrez resulta ser el organismo encargado de promulgar reglas amplias y estrictas que se aplican en cualquier torneo importante.
Reglas como el movimiento de cada pieza, “pieza tocada, pieza jugada”, movimiento ilegal y tantas y tantas reglas que todo jugador de ajedrez habrá de mantener en la mente con el objetivo de resultar triunfador.

Pero existe un ajedrez sin reglamento que es practicado de manera consuetudinaria por miles de personajes maravillosos como lo son todos los niños del mundo, menores de tres años de edad que juegan ajedrez con gran sencillez y sin problemas de reglamentos, son los adultos los que marcan la diferencia entre los cuadros blancos y negros afirmando que los blancos representan el bien y los negros el mal.

Los niños entonces se encuentran por encima del bien y del mal porque les importa muy poco caminar sobre los negros o los blancos, ellos simplemente caminan sin perjuicio alguno y creo que los adultos debíamos hacer lo mismo, de nada sirve cargar con piedras tan pesadas que indican que habremos de caminar solo por los cuadros blancos, como si eso nos absolviera de todo lo malo que existe en nuestras vidas y tener que soportar el sufrimiento de nuestros “pecados” cuando accidentalmente tocáramos un cuadro negro.

Que maravilloso sería regresar a los tres años de edad cuando ningún bagaje extraño cuestiona o interfiere en nuestra vida de libertad, resulta por tanto muy difícil comprender la causa por la cual a medida que avanzamos en edad nuestros padres se encargan de colocar todo tipo de “piedras” en nuestro “mazacote” que al paso de los años, lo único que logran es hacernos dependientes de cuanto fanatismo descubren o recuerdan por medio de las enseñanzas paternas.

Después de los tres años, descubrimos que nos están haciendo partícipes de algo que poseemos  definido como inteligencia, las cosas se complican más todavía, nos entregan como cera blanda a los artesanos de ideologías con la finalidad de que sean ellos quienes nos conduzcan a terrenos por demás escabrosos bajo la premisa de nuestros “pecados” cuando ni siquiera comprendemos el concepto “pecado” y nos colocan etiquetas de tantas culpas como si se tratara de compartir el peso de dichas culpas que tampoco entendemos, gente que se aprovecha de nuestra ignorancia.

Cuentan por allí que una vez un rey quería saber cómo era ese juego del ajedrez y que alguien con gran astucia puso como condición el enseñarle el juego mediante algunos kilos de trigo y el rey accedió gustoso, solo preguntó cuantos kilos pedía, a lo que el "inteligente” en cuestión dijo que  pediría un kilo por el primer cuadro blanco y dos en el segundo que sería negro y así sucesivamente, al tercer cuadro le corresponderían tres, hasta completar los sesenta y cuatro cuadros equivalentes al tablero completo, es decir: 32 negros y 32 blancos y de inmediato el rey accedió sin analizar el compromiso.

Una vez terminada la enseñanza del ajedrez el rey hizo traer los sesenta y cuatro kilos de trigo, a lo que el “maestro” replicó: “Su majestad, el trato fue que la primera casilla valía un kilo y la segunda tres kilos porque al ser la casilla dos, le correspondían dos kilos más el kilo de la primera sumaban tres kilos y así sucesivamente a la tercera casilla le correspondían tres kilos más los tres anteriores sumaban ahora seis kilos.
El rey montó en cólera pero sus ministros le recordaron que él había aceptado el trato sin poner ninguna condición y como rey no podía faltar a su palabra, entonces el rey solo preguntó cuál debía ser la cantidad a entregar a lo que el “maestro” le dijo: “Mi Señor” solo son dos millones veinticinco mil kilos lo que usted me debe pagar.

Sin poder ignorar el compromiso, el rey ordenó se pagara lo convenido, en dicho trato el rey se condujo como un niño de tres años que nunca imaginó la “trampa” que le tendió el ambicioso que conocía a la perfección la manera de sacar provecho con sus conocimientos matemáticos aplicados a un rey ignorante, que imaginaba que los cuadros blancos y negros eran lo mismo y caminaba por ese tablero sin malicia alguna.

Es posible que a partir de este incidente el rey pudiera reflexionar sobre lo que significa ser un niño que solo está preocupado por saber que es de día o es de noche, que hace calor o frío y tantas preguntas que nos hacemos a esa edad, nada importa si los cuadros negros son la maldad y los otros la bondad, nada sabemos sobre reglamentos, simplemente dudamos de todo cuanto nos rodea, y entendemos que ya llegará el momento de enfrentar lo que los adultos nos tienen preparado.

Lo deseable sería encontrar de manera rápida y eficiente una fórmula que permita defendernos de los ambiciosos, los hipócritas pero sobre todo de los ignorantes que solo piensan como inculcarnos fanatismos de todos los sabores y colores, quizás el camino sea la comprensión de nuestras facultades intelectuales en su momento y aprender a respetar las reglas honestas que las personas de bien nos dictan en la vida.
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miércoles, 17 de julio de 2013

Candor más fuerza y belleza

Cuentos y más
Tres palabras fundamentales con la que se ha tratado de sintetizar la forma de ser de un niño o la forma de manifestar su alegría en la vida, fuerza, belleza y candor, tal vez este sea el mejor orden que nos permite describir la estructura interna y externa de un bebe desde que nace, dicho de otra manera, afirmo que no existe bebes feos, todos son hermosos.
La fortaleza de un bebe no se mide por su fuerza física, se mide por la fortaleza que adquieren la madre y el padre, sus progenitores, pues sin la llegada de ese bebe, nada hubiera sucedido, ahora padre y madre son más fuertes, ahora se encuentran dispuestos a enfrentar los obstáculos que antes parecían infranqueables, ahora el panorama futuro se presenta como un arcoíris de brillante colorido, ahora se abre la puerta majestuosa de la vida.
La belleza adquiere otra dimensión, desconocida hasta el día en que aparece un nuevo ser, el concepto belleza se mide por los colores azul o rosa, designados en la etiqueta de niño o niña, hombre o mujer, pues la arquitectura anatómica muestra con lujo de detalles la diferencia entre uno y otro género, en este momento la imaginación de los recuerdos me impide encontrar diferencias fáciles de describir pues cada uno de mis hijos dejó escrita de manera indeleble esa diferencia que simplemente encuentro maravillosa.
El candor solo se puede apreciar en la actitud de cada momento durante el paso de los días, ninguno es igual, solo se parecen, como si cada uno fuera distinto, como si cada día alguien dibujara una nueva actitud, una nueva señal, una nueva palabra que sin ser palabra interpretamos como tal y que al acumular sonidos y actitudes, sin percibirlo ejercemos una comunicación nunca antes experimentada, creo que a eso se refiere el candor.
Los conceptos: fuerza belleza y candor se utilizan en algunos grupos del orden filosófico, con lo que se pretende describir a quienes se inician en disciplinas diversas que dedican su tiempo a la búsqueda de la verdad o simplemente a la búsqueda del ser interno, de tal suerte que pareciera el umbral hacia una nueva vida o distinta simplemente, me parece que la intención de buscar la respuesta a la gran pregunta: Ser o no ser, justifica plenamente el trabajo de vida.
Personalmente describo las palabras fuerza, belleza y candor, como el resorte necesario y fundamental que ayuda en la intención de hacer bien las cosas, la fuerza me permite resistir los golpes intempestivos que la naturaleza tiene preparados desde siempre con figura de obstáculos insuperables, fuerza que descubre la ayuda necesaria en cada caso, como si se tratara de un refugio seguro cuando el viento sopla al parecer sin control, esa fuerza se convierte en herramienta única y justa que permite resolver el conflicto.
La belleza la interpreto como la actitud que asumimos ante los conflictos ya que si los enfrentamos  con belleza de carácter, con belleza de actitud, con belleza de decisión, no existirá obstáculo alguno que se resista a sucumbir con su propia debilidad, cierto es que ante una situación caótica, debemos crear otra del mismo material con el fin de derruirla con inteligencia y valor.

El candor es quizás el recurso más enigmático que la naturaleza nos ha entregado, el candor tiene que ver con la manera de enfrentar las cosas y la muestra palpable surge en el niño desde el momento que nace, pues él no ha sido enajenado con vicios, pasiones o fanatismos, ha llegado puro limpio y sin mancha, así es como lo recibimos, que importante sería que así lo conserváramos por el resto de su existencia.
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viernes, 12 de julio de 2013

Dolor que no es dolor

Cuentos y más
Nacer es sencillamente el más maravilloso de los fenómenos de la naturaleza, antes no era nada y hoy descubro que soy alguien, maquina viviente o simplemente un aparato que es capaz de sentir, hacer, transformar y hasta destruir, fraternalmente le invito a imaginar el momento sublime que significa llegar a este mundo sin más equipaje que el pensamiento y la curiosidad.
Me agrada utilizar la palabra fraternidad como punto de apoyo en la solución de cuanto problema se presenta en el andar en este mundo conocido como vida, cuando de alguna manera me expulsaron de ese mundo maravilloso que es el vientre materno, donde nada me hacía falta, nunca sentí hambre o sueño, ni frío ni calor, ni ruido ni silencio, pero tampoco abría los ojos, no era necesario, pero, un día me dijeron que el tiempo había llegado, debía desocupar el recinto que me prestaron durante nueve meses, tiempo más tiempo menos.
Me convenzo que debo salir inmediatamente, comprendo que mi estado de confort ha terminado, desconozco lo que sigue, supongo que estoy listo a enfrentar las batallas que el destino me tiene preparadas, debo conocer a muchas personas como yo, de momento todo me resulta extraño, siento algo que molesta, parece un dolor que no es dolor, sensación molesta, trato de manifestar mi necesidad y no sé cómo hacerlo, hasta que logro emitir ruidos un tanto desagradables y de inmediato solucionan mi problema, colocan frente a mi algo que entiendo resolverá la situación y lo que me parecía dolor disminuye casi de inmediato.
Aprendí entonces que cada vez que perciba ese dolor que no es dolor, simplemente emitiré los ruidos estridentes y me obsequiarán lo necesario que permitirá nuevamente un estado de confort,
pero después de un tiempo razonable surge un problema distinto, algo ocurre en el otro extremo que produce cierto efecto poco agradable alterando ese estado confortable que también es resuelto con maestría, instantes después se renueva el dolor que no es dolor y la historia se repite.
No recuerdo que fue lo primero que percibí, creo que mis manos sintieron algo de inmediato, luego, escuché ruidos y sonidos totalmente desconocidos y cuando sentí el dolor que no es dolor percibí un sabor agradable y pronto un olor desagradable, como si esas percepciones formaran parte de un todo, es decir, percepciones concatenadas que culminaron cuando pude ver una serie de imágenes, todas ellas maravillosas y desde luego desconocidas, pero aquí estaba yo, disfrutando de esto que llaman vida y que mucho tiempo estuve deseando conocer y hoy es una realidad.
Cuando inicié el relato anterior imaginé comparativamente el día que adquirí la máquina en la que estoy escribiendo, cuando la conecté a la corriente, mostró una especie de vida con sus hardware: el teclado, la pantalla, el mouse, el sonido y toda la gama operativa, con tanto parecido a la llegada de un nuevo ser que viene con su sistema operativo y los hardware: tacto, oído, gusto, olfato y vista, desde luego que me disculpo al hacer este comparativo tan “burdo” pero es la manera sencilla de describir la llegada de una nueva vida, lo que me indica que nada nuevo existe fuera de lo que es el ser humano, la criatura más hermosa de la creación y que nada justifica su destrucción por cualquiera de los métodos conocidos.
Nacer, crecer, aprender, vivir, disfrutar, reír y hasta llorar, todo en esta vida es satisfactorio si se aprecia como regalo divino, dicho regalo se disfruta mejor cuando se practica la fraternidad3-9.

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miércoles, 26 de junio de 2013

Recinto de reflexiones

Cuentos y más
Cualquier lugar puede ser un recinto de reflexión, ya sea en retrospectiva o de imaginación a futuro, la condición es vivir una especie de aislamiento y me permito sugerir una forma un tanto singular, tal vez imaginar que estamos en el vientre materno donde nada nos hace falta con la particularidad de que en realidad no sabemos porque estamos en ese lugar ni como es que lo elegimos, le invito a seguir leyendo.
No sabemos que es lo que determina que un ser pueda estar en un lugar como el vientre materno y porque, sin embargo, ese principio de vida parece ser lo más hermoso de todo cuanto podamos imaginar, todo es nuevo, todo es distinto a lo conocido, en realidad creo que no sabemos que es lo que nos depara el destino, ni siquiera sabemos si es de día o es de noche porque tampoco podemos abrir los ojos y no importa, pues tenemos todo lo necesario, no hay frío ni calor, no hay luz pero tampoco sombras, no se percibe hambre pues el alimento llega sin que sepamos de donde procede, nadie nos dice que es hora de dormir o despertar, ¿será acaso el famoso jardín del Edén que describen los libros religiosos?
Existen doctrinas en determinadas disciplinas que de esto hablan abundantemente, pareciera que al tratar de encontrar una explicación a esta vivencia simplemente nos enfrentamos al punto filosófico que trata de explicar el fenómeno vida muerte o muerte vida, como quiera que sea el orden de los factores, en ese momento nos encontramos en la vida o nos encontramos en la muerte, pudiera ser que simplemente nos encontramos en un punto intermedio donde simplemente estamos en proceso de gestación, pero en realidad nada de eso comprendemos, simplemente existimos, como parte de un proyecto divino.
Hay quienes aseguran que antes de esta vivencia hemos conocido la experiencia de “muerte” y que dicha experiencia ha quedado grabada en algún sitio y se ha conservado intacta porque es necesaria en el camino a recorrer en el futuro cercano con la salvedad de que la siguiente experiencia se denominará “vida” y nada de lo que hasta ahora sabemos persistirá, como medida de seguridad o de protección en la experiencia por venir.
El proceso que definimos como gestación tiene una duración promedio de nueve meses y de alguna manera se nos informa que ya debemos continuar nuestro camino pero con recursos propios, además imaginar que durante ese proceso de “gestación” nos entregan una serie de herramientas suficientes que nos permitirán caminar con seguridad en esa nueva aventura con todas nuestras imperfecciones, y hasta nos “prestan” un conductor que nos dice por donde caminar y que hacer a cada paso que damos, en realidad siempre aparece alguien que nos guía con maestría que impide una autodestrucción.
A partir que nos encontramos en el vientre materno pareciera que alguien está vigilante del buen funcionamiento de todo lo que concierne a nuestra vida y aunque indefensos, poco a poco vamos aprendiendo todo aquello necesario que nos permita desarrollar el mandato que habremos de cumplir ordenado por un jefe superior, de esto se desprende la necesidad de creer en un creador o un arquitecto de lo que conoceremos como universo.
Durante el proceso también somos participes del los momentos dulces y amargos que experimenta nuestra progenitora en la etapa de gestación y a veces hasta parece convertirse en veneno el agua cristalina que nos envía cuando sus disgustos rebasan los límites de la prudencia, como si desde ese momento nos estuvieran anunciando que la vida no va a ser sencilla, pero gracias a su experiencia, siempre salimos bien librados y listos a resolver problemas.
Cuando parece que los tiempos se han cumplido y llega la hora de iniciar la nueva aventura, pero ahora con la dificultad de que ya nada nos va a ser proporcionado de manera automática, sino que entrarán en función esas herramientas de que hablamos en párrafos anteriores y bajo nuestra absoluta responsabilidad, enfrentaremos el efecto complejo que implica el “nacimiento” a la vida, acto que resulta muy desconocido porque ahora debemos resolver con métodos propios cada problema, de manera que ahora nos colocamos en el umbral del ingreso a la vida, me siento ubicado entre las columnas que sostienen la puerta que se abrirá al momento del ingreso a la vida.



jueves, 20 de junio de 2013

Rápidos



Rápido es el deporte que se practica en ríos belicosos, consiste en recorrer la dirección de la corriente, los ríos que se navegan presentan dificultad al recorrerlos, llamados ríos de aguas blancas, debido a que este color es característico de la espuma que genera la turbulencia en los cuerpos de agua, otra denominación común para este tipo de ríos es simplemente "rápidos".
Las embarcaciones más comunes que se utilizan son la balsa y canoa, que pueden ser rígidas o inflables, esta actividad se conoce también por la palabra “rafting”, en el descenso de ríos existe una clasificación internacional ampliamente aceptada para clasificar los ríos según su grado de dificultad al navegarlos, “aguas planas” “clase 1 y clase 2 que resultan sencillos de recorrer o sea que el grado de dificultad es mínimo.
La clase 3, considerada de nivel intermedio son aguas turbulentas con huecos y olas medianas aproximadamente de un metro, con remolinos que ponen en peligro a los nadadores y a determinadas embarcaciones, por lo que requiere técnica y conocimiento del río porque el siguiente nivel, es decir, el río clase 4 que contiene aguas blancas muy turbulentas pero de alguna manera predecibles, ahora los huecos y las olas pueden medir hasta dos metros con remolinos fuertes y peligrosos, tal vez algunas cascadas, así que la exigencia de conocimiento y habilidad es mayor porque existen pasos estrechos que exigen maniobras complicadas.
La clase 5 es de aguas blancas muy turbulentas y poco predecibles, ahora los huecos y las olas superan los dos metros con remolinos y cascadas de alto riesgo, va a ser necesario que quienes intenten una aventura en este tipo de río, sean expertos con un alto conocimiento del río que pretenden conquistar, porque las maniobras serán de riesgo extremo, de ninguna manera es recomendable que acudan principiantes a este tipo de reto. La clase 6 simplemente no es navegable, se considera muy difícil o simplemente imposible de conquistar.
Muy importante es comprender que no todo río rápido tiene una misma clase en toda su extensión, generalmente muestra una sucesión de tramos donde aparecerán tal vez todas las clases y algunas de ellas dos y hasta tres veces en el recorrido, lo mejor es tomar como punto de referencia la clase de mayor dificultad hasta la mínima, lo cual permite trazar un proyecto de recorrido con cierta seguridad.
Este deporte requiere un estricto dominio del equipo, el adecuado uso de los dispositivos, conocimiento de las metodologías básicas de impulsado y rescate, es indispensable aún cuando se va con un guía experto en descenso de ríos, desde luego que es fundamental realizar esta actividad con el equipo adecuado como es el casco que protege la cabeza con seguridad, chaleco salvavidas, calzado apropiado, traje de neopreno, casco extensible de emergencia y cuchillo especial.
El guía, que también se le denomina timonel, debe ser muy experimentado y con sólidos conocimientos de los rápidos del río de acuerdo a la clase que pertenece, el equipo humano debe prever cuerdas de rescate, bolsas secas, alimentos, agua potable, bomba de aire botiquín de primeros auxilios, silbato de ordenes y lo que cada expedición reclame de acuerdo al grado de dificultad.
Todo guía de una embarcación para descenso de ríos domina los siguientes aspectos técnicos:
El manejo de todo el equipo especial en este deporte extremo.
Saber “leer el río”, interpretar adecuadamente sus turbulencias, remolinos y muchas disciplinas más, necesarias en este bello deporte.
Conocer y dominar las señales básicas de comunicación, de rescate tanto de personas como de embarcaciones, estar listo, siempre listo a decidir aunque sufra alguna tragedia y hacer que el paseo en un rápido se grabe indeleblemente en cada una de las personas que asisten a este tipo de aventura.


miércoles, 19 de junio de 2013

Bicicleta de montaña

Cuentos y más
Sentir la velocidad es parte de la esencia del ser humano, no importa ganar o perder, caer y levantarse, subir y bajar, percibir el contacto no solo con la naturaleza sino admirar la grandeza de nuestro mundo y al mismo tiempo la pequeñez de nuestro cuerpo y de nuestro ser, ese es el sentir cuando subo y bajo montañas con una bicicleta, tan grande o pequeña, como la sienta mi cuerpo en el momento de superar los obstáculos que la misma naturaleza interpone en mi camino, eso es vivir.
Iniciar una experiencia en bicicleta de montaña es posible solo cuando se ha experimentado un trabajo teórico previo ya que implica una serie de conocimientos desde la manera de “engrasar” las cadenas de tracción que permiten el movimiento de la bicicleta en todo momento, hasta el ajuste del asiento que se realiza de acuerdo a las características anatómicas de cada integrante del equipo, que pretende iniciar una aventura en bicicleta que se antoja será inolvidable, como lo indica la misión de nuestro grupo “Retto expediciones” en el recorrido que haremos rodeando la montaña conocida como “Malinche” en el estado de Puebla, México.
En este momento recuerdo cuando vi por primera vez una extraña bicicleta de montaña, con ruedas gruesas, más allá de las ruedas de bicicletas convencionales, era un grupo de ciclistas desconocidos pero me atrajo de tal manera el grupo organizado con ropa y accesorios poco convencionales, pero muy atractivos, sin embargo, mi curiosidad fue tan aguda que a los pocos días ya me encontraba solicitando datos de ese tipo de vehículo que sin duda estaba adquiriendo una popularidad extrema y la verdad es que no podía quedarme rezagado ante este “retto” que la vida me estaba mostrando con una sencillez asombrosa.
Hasta que logré integrarme a un grupo que disfrutaba plenamente de esta disciplina hasta entonces desconocida en mi medio, por lo que luché en el aprendizaje y tracé mi nuevo “retto” hasta que la invitación se hizo realidad y la disfruté desde la mañana que más bien parecía de noche cuando acomodamos las bicicletas en una camioneta y nos dirigimos a un pueblo del estado de Puebla conocido como “San Miguel Canoa, ubicado en la base de la montaña “la malinche” y allí descargamos las bicicletas e iniciamos nuestra gran aventura.
Ocho personas integramos el grupo que me inició en este maravilloso episodio, muchos fueron los metros y kilómetros recorridos, previamente nos repartimos alimentos, agua y refacciones suficientes inclusive si nos enfrontáramos a situaciones imponderables, la técnica de repartición tiene el objetivo de distribuir el peso de las cosas, pero lo curioso fue que la gente del lugar nos miraba como si se tratara de seres de otro planeta o algo parecido pues la vestimenta indudablemente resulta poco conocida por esos lugares, además de que existen razones puntuales en el uso de ese tipo de ropa.
Poco a poco el paisaje que la naturaleza nos fue regalando se transformaba con una hermosura fantástica y con la ayuda de un día esplendoroso y claro en una altura de 2900 metros sobre el nivel del mar aproximadamente, con una temperatura considero muy alta, quizás arriba de los 20 grados y con el esfuerzo que la bicicleta nos exigía, tal vez la temperatura se elevaba sin darnos cuenta y a determinadas distancias encontramos vigilancia gubernamental del sistema forestal que guarda las zonas protegidas, a la fecha podemos presumir que todavía contamos con áreas verdes bastante grandes haciendo el trabajo ecológico necesario.
Después de cuatro horas de travesía, justo era tomar un descanso que aprovechamos con los alimentos que la verdad, nunca antes había apreciado el sabor exacto, de manera que el descanso, aunque pequeño, nos permitió intercambiar experiencias que finalmente enriquecen lo vivido por cada uno de nosotros y que se transforman en vivencias, lo más seguro es que las transmitiremos a nuestros hijo y nietos, con la esperanza de que en su momento aprendan a disfrutar lo que la naturaleza nos regala cada día.
Continuamos el recorrido comenzando a sentir la emoción de librar arbustos y raíces de arboles que invaden el camino, lo que presenta un atractivo mayor a nuestra aventura obligándonos inclusive a un aumento en la velocidad sobre todo en los momentos que el terreno produce un descenso obligado, de tal suerte que simplemente nos obliga a poner en acción todas aquellas habilidades que en el curso teórico nos fueron mostradas, así que forzosamente esta vez hubo que poner en práctica lo aprendido.
Finalmente llegó la hora de recorrer el camino en sentido contrario hasta donde se había dejado la camioneta que nos transportaría al punto de partida de esa maravillosa mañana, esta vez pudimos apreciar el valle, el terreno se prestó estupendo por ser bajada y así el final de la aventura nos entregó una satisfacción que en verdad resulta difícil describir con palabras, pues lo valioso es la vivencia y de ello, cada uno de nosotros habrá de hacer una descripción única, puesto que cada uno de nosotros somos únicos, parece que no existe nadie que piense como yo pienso, que vea las cosas como yo las veo, dicho con un poco de filosofía, nadie describirá nunca el aroma de una rosa como yo lo puedo hacer en este momento, ese día, simplemente fue inolvidable.







martes, 18 de junio de 2013

Tochimilco Puebla México

Cuentos y más
Por: Julio Torres.
“Lo autentico aún existe” Mediante este título se presenta la guía turística de un pueblo maravilloso al poniente del estado de Puebla México, uno más de los pueblos mágicos de la región que como platillo principal e imponente es el espectáculo del volcán “Popocatepetl” majestuoso como obra de la naturaleza que muchas veces las palabras resultan limitadas a la hora de tratar de manejar una descripción de algo que simplemente proporciona una satisfacción al sentido de la vista.

“En la sementera de los conejos” es lo que significa en el idioma náhuatl el nombre de Tochimilco, descendiente de la cultura “Tolteca-Chichimeca”, un poblado que se encuentra dentro del paisaje que circunda el volcán Popocatepetl y curiosamente es un lugar que presenta la transición de los climas templados del valle y los fríos de las partes altas de la sierra nevada por lo que la temperatura media anual oscila entre los 12° y 18° centígrados.
Dos mil sesenta metros sobre el nivel del mar es la ubicación de Tochimilco, que partiendo de la ciudad de Puebla bastan cincuenta minutos y llegamos a disfrutar de sus envidiables paisajes naturales, pero además nos entrega un tremendo paquete histórico ya que las culturas asentadas en ese lugar justo con la llegada de la cultura española nos entregan un mosaico de costumbres que pareciera imposible de comprenderse con facilidad en unos minutos de estancia en el lugar, tal vez, estacionarse uno o dos días en ese pueblo mágico, la satisfacción sería completa.
Destacan edificios construidos a base de piedra volcánica oscura, inclusive bastante oscura, ejemplo testigo de las culturas es el atrio de un ex convento franciscano que da la impresión de una fortaleza porque está rodeada o terminada en almenas y al parecer la dirección de esta maravilla de construcción corrió a cargo de Fray Juan de Alameda y Fray Diego de Olarte.
“Fuente de los sabores” única en su estilo que fue construida en el siglo XVI por manos indígenas y que permite apreciar la mezcla de las culturas, por un lado cada una de las columnas poseen figuras en forma de flor en cada uno de los surtidores y en la parte superior la representación de la corona real convirtiéndose así en un gran ejemplo de identidad de los habitantes de Tochimilco.
La necesidad de abastecer agua pura emanada del volcán Popocatepetl a los habitantes del lugar que desde siempre ha sido un asentamiento humano muy importante, obligó la edificación de un acueducto acorde a las necesidades también construido con piedra volcánica pues necesitaron un conducto que llevaría esa agua pura a los aljibes o depósitos que conservarían el vital líquido en condiciones aceptables, y después la llevarían hasta la fuente de los sabores.
En el renglón gastronómico no pueden faltar los deliciosos tamales de cominos, el pipián verde y el adobo sin olvidar el tradicional mole poblano con tamales de manteca, barbacoa de hoyo, frijoles de olla, tlacoyos con chicharrón, cecina, mixiotes y una tremenda variedad de platillos que el espacio me impide describir a cada uno de ellos, pues los postres no se quedan atrás con el chocolate, arroz con leche, el champurrado y atole de cacahuate, en fin, solo deseo que usted se imagine lo que encontrará cuando visite este fabuloso pueblo encantado que es Tochimilco.
Los atractivos naturales, las danzas y bailes típicos, las fiestas religiosas y las tradiciones que se celebran por los fieles difuntos y las fiestas del 3 de mayo, en fin, le invito a visitar Tochimilco a una hora de distancia de la ciudad de Puebla, en el centro de México y en las faldas del volcán Popocatepetl, espero que nunca olvide que estamos hablando de Puebla México, un mundo mágico que le espera con los brazos abiertos.