martes, 31 de diciembre de 2013

Seguridad, llave mágica

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La seguridad es la llave mágica del progreso, de la felicidad, de la riqueza, de la ventura, de la convivencia humana, de la confianza en los seres humanos, del goce de las bellas artes, del goce de los espectáculos, también significa disfrutar de un buen fin de semana, la reunión familiar, el noviazgo, en fin, la seguridad promueve la prosperidad, la bonanza y todo aquello que usted imagine, pero la inseguridad nos arrebata lo anotado y mucho más y nos transforma, es como esos días brillantes que inesperadamente transmutan al día más gris de nuestra existencia.
La falta de seguridad produce también los fenómenos sociales, a veces
indescriptibles, donde vemos niños que en lugar de jugar, desarrollan actividades de adultos y muchas veces hasta denigrantes, resulta imposible proteger a esos niños porque el solo hecho de intentarlo puede significar la pérdida de nuestros bienes o de nuestras persona y entonces corremos el riesgo de convertirnos en parte de la estadística de lo que tratamos de proteger, los bienes entonces han de transformarse en los males que permaneciendo ajenos al dolor humano a la vez nos protegemos.   
Los niveles extremos de la falta de seguridad se presenta otras veces con el robo de la niñez de muchos seres que ni siquiera son capaces de razonar lo que es bueno y lo que es malo, de tal manera que, obligarlos a portar una arma que a todas luces
vemos que es exclusiva de las fuerzas armadas nos coloca en la peor de las
inconsciencias y todo porque no somos capaces de proporcionarnos una verdadera seguridad, como principal oficio de quienes gobiernan pues nada justifica que incumplan con la base fundamental de su razón de ser gobernantes, puesto que un pueblo seguro es un pueblo que produce lo necesario en función de las necesidades sociales, el secreto es quizás hacer leyes que permitan a cada uno dedicarse a lo que sabe hacer sin olvidar a los niños que representan el futuro inmediato.
La mirada triste durante la falta de seguridad simplemente desaparece cuando logramos que los niños rían, mostrando la alegría a que tienen derecho, es fácil lograr esa sonrisa si ocupamos nuestro tiempo a favor de la seguridad social, tal pareciera que no somos capaces de fortalecer nuestra sociedad con eventos tan simples como son la convivencia social que nuestros padres desarrollaron ante la carencia de tecnología sofisticada, esa tecnología que cada vez convierte la vida en un evento virtual y cuando pedimos convivencia resulta que son muy pocos los
niños y jóvenes capaces de intercambiar experiencias cotidianas a menos que se toquen temas de tecnología actual, no imagino como serán los tiempos por venir porque estoy más cerca del final de mi vida, sin embargo, creo que volviendo a la llave mágica de la seguridad, el futuro será maravilloso.
La seguridad como llave del progreso, la seguridad como actividad fundamental de quien ejerce el poder ejecutivo y que cada ciudadano se dedique a lo que sabe hacer, que se dedique a la profesión aprendida,
que quien sabe de la producción de alimentos sepa que su patrimonio está perfectamente protegido junto con su familia, lo que redunda en alta calidad en los productos del campo pues sin ellos la sociedad sucumbe, que quien sabe fabricar muebles dedique todo su tiempo y esfuerzo a perfeccionar de sus productos, lo mismo quien tenga la habilidad del comercio junto con los especialistas en cada materia, pero punto fundamental es que el poder ejecutivo en cada nivel sea capaz de proteger sus propiedades e instrumentos de producción así como a su
familia, que los niños puedan salir a la calle con seguridad, que los sitios de diversión admitan a cualquier ciudadano con la premisa de que sus bienes y personas reciben la protección adecuada y que todos, absolutamente todos los encargados de la seguridad rindan cuentas a satisfacción de quienes los eligieron, que nada empañe su proceder y entonces, solo entonces, la llave de la seguridad se convertirá en efecto en la llave mágica de la vida en sociedad.

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martes, 10 de diciembre de 2013

Soberanía



La soberanía se comprende como el poder de dictar leyes y hacerlas efectivas, bajo la promesa de legislar y administrar justicia con imparcialidad y equidad, pero eso es posible solo, si antes se busca ser un juez justo y perfecto, con las herramientas que la vida nos proporciona desde el principio.

Sugiero emplear consciencia en la actuación cotidiana, por medio de una personalidad coherente en seleccionar los mejores mecanismos en favor de los semejantes, aplicando excelente curiosidad, con el único fin de remediar los males de la familia primero, luego los del entorno con el ejemplo y quizás, alguien quiera imitar el procedimiento y poco a poco se repitan hasta lograr que cada uno cumpla con sus deberes y puedan gozar de los derechos que les corresponde.


La soberanía de ninguna manera se encuentra fuera del ser humano porque es un derecho y como todo derecho deriva de las facultades inherentes a la naturaleza humana, la soberanía es su propiedad, que es lo mismo que sucede con la verdad que no es patrimonio de alguien en particular, la verdad pertenece a la asociación humana.

Algunos autores afirman que cada ser humano tiene un derecho igual a concurrir al ejercicio de esa soberanía porque es parte de la asociación humana, por lo tanto, resulta indivisible, imprescriptible e inalienable, de tal suerte que la asociación humana resulta ser un gran taller de producción establecido con el objetivo del bien común, al cual cada uno contribuye según sus medios.


Podemos definir en tres tipos los derechos humanos: Naturales, civiles y políticos, los naturales pertenecen a todo ser humano, son imprescindibles, solo la fuerza le priva de ellos, nunca la justicia, los derechos civiles dependen de las leyes nacidas de sus necesidades propias, o de los usos y costumbres, y los derechos políticos solo pueden corresponder a lo que la asociación humana determine, pues de su uso bueno o malo, depende su existencia.

La justicia y la equidad nos aconsejan hacer que desde el primero hasta el último ser humano goce de los derechos naturales y en función de los derechos civiles se dice que quien no conoce las leyes de su país precisa ser representado en juicio por un apoderado y la distribución de los derechos políticos exige mayor discernimiento con la idea de evitar los intereses encontrados evitando así ofender a la justicia ni faltar a la equidad.

La soberanía entonces nos abarca a todos, gobernantes y gobernados, tarea del gobernante es defender al débil contra el fuerte, velar por la salud del gobernado, proteger el presente sin comprometer el futuro y no tratar de administrarlo todo, pues no hay mejor gobierno que el que no se ve gobernar y la tarea del gobernado, cumplir sus deberes y luego exigir sus derechos.

Jean Bodin afirma que la soberanía es el derecho que tiene el pueblo a elegir a sus gobernantes, sus leyes y a que le sea respetado su territorio. Según esto, habría que considerar que el derecho se tiene frente a alguien y porque alguien lo concede; en consecuencia, habría que convenir en que la soberanía, más que un derecho, es el "poder".


Porqué entonces en el mundo existen diferencias tan marcadas en el terreno social que pareciera un mal de todos los tiempos, según la clásica definición de Jean Bodin, recogida en su obra del año 1576 los seis libros de la república, soberanía y soberano es quien tiene el poder de decisión, esta definición muestra en síntesis la amplitud del concepto de soberanía, que como tal, ha perdurando a través de los tiempos, aunque no exento de variaciones a lo largo de la historia.


¿Será entonces tiempo de retomar conceptos como el de soberanía y revisar lo que hemos estado haciendo mal desde hace tantos años? Las diferencias sociales son diametralmente opuestas, pobres muy pobres y ricos muy ricos, habremos de recordar que un juez representa al soberano que todo lo vigila, con la obligación de dar a cada uno en todos los sitios y a todas horas lo que le pertenece, podemos comenzar con la imagen que vemos en el espejo y definir si somos soberanos, es decir, si existimos capaces de juzgarnos, si hemos dado a nuestra familia lo que le pertenece.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Consciencia y más

Consciente mente representamos un simulacro de equivocaciones en la vida diaria, a veces con resultados no muy buenos y nuestro público suele aplaudir o emitir sonidos insociables y poco agradables, pero en realidad la vida es así, nos exponemos involuntariamente a todo tipo de sarcasmos, sin embargo, todo es experiencia.
Complemento de consciencia sin duda alguna es la personalidad, eso que nos permite la individualidad, es decir, la manera de hacer una misma cosa pero con el sello personal que cada uno de nosotros tenemos, de manera que esa misma cosa que todos hacemos resulte distinta, como el degustar una bebida, la calificaré de alguna manera y usted de otra, siendo la misma bebida.
Tanto la consciencia como la personalidad solo se pueden manifestar por medio de un factor fundamental que describiremos como curiosidad, si, curiosidad, pues sin ella tal vez nunca podamos distinguir si es bueno o es malo, dicho de otra manera, lo bueno comienza donde termina lo malo, de lo que resulta que los elementos: Consciencia, personalidad y curiosidad, caminarán juntos en todas las actividades de nuestra vida, como si la facultad de pensamiento que poseemos fuese el motor de manifestación.
Describir el aroma de una rosa es quizás un ejemplo de gran fortaleza, en primer lugar habremos de acudir consciente mente a la información que tenemos del aroma de una rosa como tal y evitar se confunda con el aroma de otra flor, luego, por medio de nuestra personalidad hacer la calificación adecuada conforme a nuestro sentir que de ninguna manera es igual al de usted y concluir que es nuestra curiosidad la que nos movió hasta encontrar un veredicto adecuado y firme sobre el aroma de la rosa.
Si combinamos: Consciencia, personalidad y curiosidad en cada uno de nuestros actos cotidianos, es posible que el error en la toma de decisiones se reduzca a su mínima expresión, me atrevo a definir que cuando aplicamos una decisión consciente mente, con personalidad propia y porcentaje de curiosidad suficiente, el epílogo de nuestros actos recibirá indudablemente el aplauso nutrido y cariñoso de nuestro público en este escenario de la vida diaria.
Lograr lo anterior solo es posible en los seres humanos ya que hemos sido dotados de un mecanismo maravilloso que conocemos como pensamiento, ese fenómeno natural que permite construir, transformar e imaginar sin límite alguno, nosotros hemos logrado construir máquinas que simplifican nuestra vida y que lamentablemente también las hemos utilizado en la destrucción de nuestros semejantes.
Quiero mostrar a usted una reflexión: ¿Será acaso que el concepto de “consciencia” tenga relación con el concepto “espíritu”? ¿Será acaso que la “personalidad” en realidad sea “el alma”? ¿Esa dualidad de que tanto se habla en todas las tendencias filosóficas? De cualquier manera, creo que lo importante es que se comprenda la forma como la consciencia nos guía en las cosas que hacemos y la personalidad en el cómo las hacemos y todo ello movido por la curiosidad una vez que hemos imaginado lo que deseamos hacer.

Cuando los factores apuntados se manejan de manera adecuada, los seres humanos obtienen felicidad y por ende, la familia, pero si estos factores se manejaran adecuadamente en el municipio, el estado, el país y el mundo, se diría que hemos alcanzado la felicidad, cuando todos poseemos lo necesario, no debemos olvidar que los conflictos sociales en la historia de la humanidad surgen cuando nos alcanza la miseria de los pueblos.

martes, 8 de octubre de 2013

Imaginación creadora

La imaginación es lo que nos distingue del resto de las especies vivas, la imaginación es el resorte generador de las ideas que por fortuna parece no tener fin pues han transcurrido millones de años y seguimos imaginando, tal vez como si cada día el mundo comenzara por la mañana con el maravilloso espectáculo que nos ofrece la naturaleza de la creación, dibujando paisajes o figuras quizás nunca antes vistas por cada uno de nosotros pero que siempre han estado allí, solo que no se habían cumplido los tiempos adecuados que nos permitieran disfrutar de ese maravilloso paisaje.
Desde las cosas pequeñas como
una calabaza que con alguna intervención curativa y mediante la imaginación, adquiere una fisonomía totalmente ajena a su naturaleza, adquiriendo de momento y quizás por el resto de su permanencia, una fisonomía totalmente distinta al proyecto natural de su creación y claro, sin perder belleza, puesto que ahora se convierte en artículo de ornamento alusivo a las fiestas a celebrar en algún lugar cercano o lejano.
Semejante al mensaje del “camino amarillo” que nos indica el trayecto que debemos seguir, cuando buscamos al mago de oz que a falta de alas nos vemos precisados a recorrer en la búsqueda de la felicidad que la vida nos tiene reservada sin siquiera saber de qué se trata, pero algo dentro de nosotros indica que cada día y cada instante, es fundamental recorrer ese camino amarillo que por obligación habremos de seguir, porque muchas cosas buenas encontraremos en la búsqueda de nuestro sueño y con ello nuestra felicidad.
A través del tiempo, los seres pensantes como nosotros que nos han precedido, imaginaron formas arquitectónicas maravillosas, cada una de ellas de acuerdo a la tecnología de su tiempo y en ese caminar, la imaginación hizo posible una evolución que se antoja llegada de otros mundos, pero la realidad es que el arte de imaginar no tiene límites, el arte de imaginar parece tan infinito como el universo que nos circunda, me pregunto
¿Cuántos años transcurrieron antes de descubrir que el lugar donde vivimos es en realidad como una esfera? y no como una plataforma sobre el “lomo” de una tortuga como lo afirmaban hace muchos años nuestros antepasados.
Hoy la tecnología nos permite prácticamente proyectar sobre una pared todo tipo de conocimientos, por medio de palabras e imágenes con movimiento, inclusive, nos impiden dudar de todo cuanto se
presenta, casi haciendo a un lado la imaginación que aplicábamos cuando leíamos en los libros los descubrimientos hechos por personas estudiosas en todos los temas, hasta hubo quien declaró que en el proceso de la escritura la imaginación y la memoria se confunden.
Hoy día es tan grande la escritura como lo que cada generación ha aportado en su momento, pareciera que no existe algo que alimente nuestro asombro, sin embargo, cuando por accidente vemos figuras humanas, o se creyera que vemos figuras humanas en circunstancias poco reales e intangibles, manifestamos no solo asombro, a veces hasta temor sin fundamento, nada nos puede hacer daño, salvo que lo permitamos.
La imaginación creadora ha sido el motor de vida del ser humano, con la imaginación creadora hemos conseguido los avances necesarios y hasta casi indispensables en la vida moderna, con la imaginación creadora la esperanza de vida se ha incrementado, aunque muchas personas se empeñan en reducir esa esperanza por medio de vicios y pasiones, fanatizándose en el consumo de productos nocivos, que deterioran esa esperanza de vida que nos han regalado tal vez como operarios de un proyecto divino, que nos cuesta mucho trabajo comprender, el día que se me termine la imaginación, buscaré la asesoría de un niño, seguro estoy que él me podrá obsequiar una dotación extra de imaginación creadora.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Viaje a la memoria

Por: Julio Torres.
Desde la infancia cuando percibimos las primeras impresiones, la información ha ido archivada en nuestra memoria y allí permanece con las imágenes más bellas y las palabras exactas, se ha probado muchas veces que esto que digo es cierto, pueden preguntar a cualquier mamá lo que platican con su bebe y después de años hacen una retrospectiva y el resultado es sorprendente.
La recomendación es que se elija a una mamá que haya sido lo suficientemente amorosa y tierna y que haya tratado a su bebe con todo el amor y con toda la ternura de que haya sido capaz y a los cinco años o más, trate de recordar dialogando con el ahora niño, en los temas vividos a su tierna edad, verá como el resultado arroja la información de esa ternura y ese amor casi como el haberlo escuchado ayer.
Hace mucho tiempo se realizó un experimento en el cual una mamá, diariamente le leía en voz alta a su bebé un drama griego, a los quince meses de edad, cuando el niño llegó a los ocho años, se le hizo aprender esos pasajes junto con otros nuevos de material similar, el resultado fue sorprendente, se descubrió que re-aprendió con mayor rapidez, gracias a lo que su memoria tenía almacenado desde su tierna edad.
Un experimento personal puede ser que tratemos de recordar con cierta claridad algún hecho que se encuentre guardado en nuestra memoria, no dude que se van a agolpar infinidad de recuerdos y entonces, trataremos de seleccionar uno de ellos, veremos que el resultado va a ser sorprendente, parecerá que se trata de un evento reciente.
La facultad de nuestra conciencia llamada memoria, ha sido un tema que los científicos y los psicólogos han investigado y estudiado exhaustivamente, algunos han presentado teorías como esta: Cada pensamiento en el cual nos concentramos durante unos momentos, produce una impresión en las neuronas del área del cerebro donde se encuentra localizada la memoria.
Una lesión en esa área, destruye las células y la persona pierde la memoria, la constante concentración en determinado tema alimenta las células correspondientes a él, las hace más fuertes y les proporciona una vida más larga, las células de la memoria que no son nutridas o fortalecidas por la concentración ocasional, pronto se debilitan y dejan de funcionar, así que la información que contenían es olvidada.
Lo anterior es una explicación bastante original y puramente teórica en función de la memoria y que no puede ser probada, no sabemos en realidad que es exactamente la memoria, o por lo menos no me satisface plenamente, debe haber mucho más que tal vez algún día se descubra.
La pregunta sería: ¿Cuál es con exactitud la naturaleza de la energía que nos permite producir varios sonidos cuando hablamos, pero el hecho de que no sepamos lo que es, no significa que desconocemos lo que no es, porque ciertamente esa energía no es vapor ni fuerza explosiva o atómica, parece que no es algo material en ningún sentido.
Me temo que san Agustín descubrió hace muchos siglos una respuesta a la interrogante que presento en el párrafo anterior, él dice: “llegaré a los extensos campos y a los espaciosos palacios de mi memoria, donde se encuentran guardados los tesoros de innumerables imágenes producidas por todo tipo de cosas percibidas por los sentidos.
San Agustín: Filósofo, teólogo y místico, uno de los grandes pensadores de todas las épocas en su obra: Confesiones, finca las bases que tratan acerca de la memoria como parte de lo que conocemos como consciencia, creo que es un excelente punto de partida hacia la comprensión de eso que bien podemos definir como el archivo personal llamado memoria o comparativamente con el disco duro de las computadoras de nuestro tiempo.
En una próxima reunión, quiero ampliar lo que entendí sobre las funciones de la mente objetiva y la subconsciente y los deberes de cada uno de los sentidos que finalmente todo ello es parte de la consciencia, uno de los atributos importantes con que nos dotaron desde el principio de esta vida, no quiero despedir este artículo sin una moraleja, lo importante que es una vida amorosa y tierna de un bebe que esculpirá una gran obra de arte, hasta entonces.
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martes, 10 de septiembre de 2013

Falacia consuetudinaria

En la década de los sesenta conocí de cerca el asunto de la selección de fútbol de México y también conocí a un personaje muy especial: Ignacio Trelles, el gran “Nacho Trelles”, un hombre de un gran valor como ser humano y como técnico de la selección de fútbol, a partir de entonces me llamó la atención un común denominador en función de los resultados que nunca nos daban el placer de festejar en grande, el “ya merito” o el “jugaron bien pero perdieron” poco a poco se convirtió en ese común denominador, o falacia consuetudinaria.
Pienso que algo no está bien dentro del grupo que maneja el fútbol, porque resulta confuso que jugadores de fuerzas inferiores hasta nos han regalado trofeos de nivel mundial y quienes ocupan lugares de la llamada “selección mayor”
hasta nos provocan descontento a la hora de buscar los resultados mínimos contra toda lógica estratégica, lo cual redunda en un descontento generalizado e incluso el desdén del aficionado que paga boleto de entrada en los estadios.
Quienes manejan el negocio del fútbol creen o no se dan cuenta que, quien paga su espectáculo no son los medios de comunicación, sino el aficionado que consume los productos que anuncian los medios,
pareciera que es al que menos toman en cuenta, tampoco reflexiona sobre el comerciante que  con gran esfuerzo acondiciona su negocio con tecnología de punta, con el único propósito de obtener mejores ventas cuando juega la selección de fútbol.
Por sistema, ocurre que todos los directores técnicos que han dirigido la selección mayor, comienzan con triunfos que nos invitan a declarar: “ahora si llegaremos a cuartos de final” y ese final es el mismo. ¿Llegaremos al mundial en esta ocasión?
Declaro que este artículo está escrito al día siguiente de la derrota sufrida ante la selección de Honduras que se sobrellevó terriblemente y como solución, se destituyó al director técnico en turno.
Decenas de directores técnicos han desfilado por la selección, cada uno de ellos me merece un reconocimiento por su trabajo, pero por sistema sucede que por causas diversas, en determinado encuentro, los jugadores “fallan” también por diversas causas, las disculpas son tan variadas como las excusas de seres irresponsables, olvidan a quien patrocina realmente el espectáculo, son los aficionados que siempre guardan la esperanza de “ahora sí”.
No es poco el dinero que perciben quienes participan en este juego de intereses, que dicen es con el fin de entretener a los fanáticos, solo me pregunto: ¿Si están contratados como profesionales, lo menos que deben hacer es jugar como profesionales?, muchas veces he analizado jugadores de otros países que en verdad si juegan como profesionales y los nuestros no imprimen la misma entrega, en ocasiones ni lo mínimo necesario.
Pienso que el director técnico en turno, carece de “poder” a la hora de elegir a quienes participarán en cada encuentro, parece ocurrir que alguien ajeno a la dirección técnica, dicta la lista de los prospectivos y bajo condiciones especiales, otras veces hasta me parece que existen ordenes de trabajar lo menos posible hasta conseguir la derrota, desde luego deseo fervientemente, que lo que acabo de decir solo sea locura mía, causada por la desesperación de ver que nunca salen las cosas como esperamos.
Cierta vez entrevistaron a un jugador de un equipo europeo que finalmente le ganó a nuestra selección, su opinión fue que afortunadamente el director técnico en turno, rechazó integrar a uno de jugadores mexicanos de gran prestigio, que bueno que no lo integró dijo, si lo hubiera hecho, lo más seguro es que por el impacto popular de dicho jugador, la derrota se hubiera presentado sin remedio y al parecer el resto del equipo europeo coincidió con ese punto de vista.
No hay duda que algo no se está haciendo bien en el fútbol de México, parece ser un mal de país, las mismas actitudes y reacciones se presentan en distintos ámbitos, no solo deportivos, hasta en lo político, donde no se toman la molestia de preguntar al ciudadano que es lo que realmente necesita, de manera que es un hecho que nadie voltea la mirada al fanático del fútbol, consumidor final del fabuloso negocio del “balompié”.
Por respeto a quienes manejan el negocio del fútbol, he decidido no mencionar nombres, es posible que muchos ejecutivos y jugadores lo tomarían como intimidación, sin embargo, a ellos solo quiero decirles que tienen ante su vista un gran problema,
el aficionado al fútbol también puede dar la espalda y ausentarse de los estadio y de los medios de comunicación, creando una catástrofe económica directa e indirectamente a quienes en este momento le han apostado al fútbol con sumas millonarias.
Hasta me parece escuchar a José Vasconcelos cuando declaró que se requerían 500 años en la lucha por hacer de los mexicanos una verdadera raza cósmica, con el señorío y poderío a que tiene derecho por haber nacido en esta patria maravillosa, que solo necesita que quienes la habitan, de manera real vistan el traje de triunfadores,
el traje de grandes señores en tiempo real y que sean capaces de entregar el mejor legado a las generaciones siguientes, que la falacia consuetudinaria se pueda sepultar en un pozo sin fondo y que surja la virtud del triunfo, la enseñanza positiva del nuevo México, el México en el que creo, en el México que derrumba la falacia consuetudinaria.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Serendipia infantil

La Serendipia es una práctica común en los niños, ellos no se encuentran supeditados a formulismos convencionales, simplemente son niños y como tales, descubren fácilmente palabras o conceptos como el que hoy nos ocupa, una Serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado, se produce cuando se busca otra cosa distinta, le pido me acompañe en esta aventura, creo que será de su agrado.
He titulado “Serendipia infantil” a este artículo porque considero que los niños nos muestran Serendipia a cada momento y de manera automática, él niño está libre de inducciones y pasiones, que nuestros padres y el medio ambiente se ocuparon de inculcarnos desde temprana edad, si esta palabra la hubiese descubierto desde mis años primeros, tal vez hoy sería mucho más feliz de lo que he sido a lo largo de mi existencia que no es poca cosa, pero nunca es tarde.
Serendipia se puede entender cuando un niño busca una galleta en la despensa y descubre deliciosos dulces, también puede referirse a la habilidad de reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca, hasta podríamos describir la Serendipia como sinónimo de la casualidad, coincidencia o accidente, algunos autores han escrito sobre algo que han imaginado y que no se conoce en su época, a futuro se demuestra que eso existe tal como lo definió el escritor y con los mismos detalles.   
Ocurre en muchas familias que mamá, por razones educativas, a la hora de comer le sirve a papá un suculento trozo de carne y al niño solo un pequeño fragmento, desde luego que lo hace por razones convenientes a la constitución física de cada uno, pero el niño simplemente protesta porque supone que debe repartirse la comida en partes iguales aunque no se consuma de inmediato, a la sazón descubre por Serendipia que el mundo no es igual para todos, algunas veces  le han hablado de la igualdad y la fraternidad en familia, ahora ha descubierto que el mundo es distinto.
El niño todavía no sabe lo que es la democracia, solo sabe que la estructura familiar es de arriba hacia abajo, que las ordenes se dictan de mamá a hijo y de papá a mamá e hijo, de manera que le desconcierta infinitamente el lugar que ocupa en la familia y como desconoce los mecanismos de “presión” que debe ejercer, no le queda más remedio que aplicar en primer término algo que conocerá a futuro como “tolerancia”, sin embargo, una situación de este tipo desencadena evidentemente una serie de acciones que afectan el buen funcionamiento familiar.
Muchas veces no damos importancia a los “pequeños detalles cotidianos”, no computamos los efectos de estas causas o lo que causa un efecto como el descrito, pasado el tiempo ocurrirá una Serendipia, cuando ya se hayan descompuesto tanto las relaciones familiares, que descubrir una solución aceptable implicará una tarea difícil como el encontrar una aguja en un granero.
En tiempos remotos se entregaba todo el poder en un Rey que prácticamente era dueño de vidas y haciendas, entonces, los súbditos solo se preocupaban por obedecer mandatos, muchas veces injustos, pero a cambio recibía un pedazo de pan y un poco de agua con unos granos de sal, eso era suficiente en su vida y no se daba cuenta de que el rey, si degustaba los manjares más sofisticados y caros, esta situación prevaleció muchos años hasta que un día, alguien aplicó la Serendipia y descubrió que el Rey era distinto, que comía muchas cosas además de pan agua y sal.
Imagino entonces que, por Serendipia, se descubrió lo que hoy conocemos como el poder tripartita o sea: La democracia, donde el Rey, ministro o presidente no puede ejercer el poder de manera absoluta, así el niño, cuando no entendía la marcada diferencia a la hora de comer, donde la decisión se tomaba de manera “autoritaria”, es decir, en un solo sentido, es posible que los problemas del mundo en este momento se deban a que no todos tenemos el mismo tamaño del trozo de carne a la hora de la comida.